SOCIEDAD
Las tres décadas de conquistas de la asociación Down Córdoba
La entidad cumple treinta años con el reto de construir una residencia para discapacitados de edad avanzada y sus padres
![Luis Guada junto a Federico Cabello de Alba](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2018/11/21/s/down-cordoba-noticia-kD7B--1248x698@abc.jpg)
EL reto es que los derechos de las personas con síndrome de Down traspasen la frontera del papel, de los folletos y de las declaraciones de intenciones. Lo explicaba ayer José Fabián Cámara, el vicepresidente primero de la asociación Down Córdoba en la sede de la entidad de la calle María la Judía, donde la organización celebró la primera de las jornadas con las que conmemora sus treinta años de vida en Córdoba. «La sociedad está por la labor de la integración siempre que no se separen ciertos límites que, por decirlo de alguna manera, considera peligrosos», decía el directivo para poner a continuación un ejemplo muy gráfico.
«A nadie, por lo general, le parece mal que un grupo de chicos con síndrome de Down salgan a dar un paseo, que entren en un bar e incluso que tengan relaciones de pareja: otra cosa es que esa pareja decida casarse. Ahí empiezan las reservas y los recelos, que son justamente los que tenemos que combatir», añadía José Fabián Cámara.
«Hemos avanzado mucho»
Su reflexión venía al caso porque la conferencia inaugural estuvo protagonizada por Federico Cabello de Alba, notario y miembro de la FundaciónAequitas, que disertó sobre el ámbito jurídico de la integración de discapacitados. «Habitualmente no se escucha a la persona que tiene este tipo de problema, sino a su tutor. Y muchas veces no hay motivo para esto», señaló el jurista, a quien presentó el presidente e Down Córdoba, Luis Guada. «Aunando fuerzas todos ganamos», indicó este último.
Con esa frase resumía en gran medida la andadura de las tres últimas décadas de la asociación que lidera. Porque, ¿en qué ha cambiado la percepción social y la sensibilidad ciudadana? Responde el vicepresidente primero: «Hemos avanzado mucho; hemos pasado de un modelo basado prácticamente en la atención médica a otro con una vocación más social que aspira a prestar una asistencia integral a la persona».
¿Y qué queda por delante? «Nos gustaría poner en marcha una residencia para personas con Down y sus padres, porque ambos empiezan a envejecer a la vez [los discapacitados, a partir de los 35 años]. Estamos buscando medios económicos y un sitio en el que construirla», concluye el vicepresidente.