Historia
El Tren del Aceite: estampas del Oeste en el Sur de Córdoba
La línea entre Luque y Puente Genil se mantuvo abierta durante un siglo; hoy es la Vía Verde de la Subbética
EL 22 de enero de 1893 , a las 12.28 horas, entraba en la estación de Cabra el primer tren de su historia. Casi 100 años después, el 1 de enero de 1985 , se clausuraba una línea que articuló en su día los pueblos del sur de la provincia de Córdoba, desde Puente Genil hasta Luque , a lo largo de 58 kilómetros de rieles. Ese siglo de historia, y lo que pasó en él, se llamó el Tren del Aceite . Hoy ya no quedan vías ni traviesas, y las estaciones añoran el tráfago de pasajeros y mercancías. Sólo quedan recuerdos y un buen puñado de imágenes de aquel tren en el que muchos cordobeses viajaron por primera vez a Madrid o a la playa, o al destino de la mili que tuvieran en suerte.
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Su nombre popular, el Tren del Aceite, no abarca todo lo que fue. Aquellos vagones transportaban el oro líquido de la Subbética y la vecina Jaén, pero también a miles de pasajeros, por no hablar de las sacas de correo en un tiempo en que los gurús de Internet y las redes sociales no habían ni siquiera nacido. Había quien utilizaba alguno de los servicios de ida y vuelta en el día para pasar una jornada en los parques o zonas de baño de Cabra; o quien se divertía tan sólo viendo traquetear los trenes desde algún paso a nivel . Porque a finales de los años 60, el Tren del Aceite ofrecía una estampa muy parecida a la de los convoyes de las películas del Oeste -un género que vivió justo entonces su época dorada-, sólo que entre olivos y viñedos en vez de cactus y «nubes del desierto». No fue hasta esa fecha cuando se sustituyeron las vetustas locomotoras de vapor , inmensas moles de metal silbante que dejaban a su paso una estela de humo negro y que sacarían de la vía sin un chirrido a cualquier elegante máquina de un AVE actual.
El Tren del Aceite, convertido ya en la Vía Verde de la Subbética , cuenta en la actualidad con un centro de interpretación en la antigua estación de Cabra. Su historia también se cuenta en la web « Cabra en el recuerdo » -de ahí proceden las imágenes para este reportaje-, donde docenas de personas que aún recuerdan el paso de los vagones han ido volcando su memoria y fotografías .
La construcción del Tren del Aceite comenzó en el último cuarto del siglo XIX , cincuenta años después de que circulara en España el primer ferrocarril que, curiosamente, lo hizo en 1837 en Cuba , por entonces provincia española a todos los efectos (en la península el primer expreso, Barcelona-Mataró, no llegó hasta 1848 ). La línea arrancaba en Jaén y discurría por la provincia vecina hasta entrar en Córdoba por Luque. Después pasaba por Zuheros, Doña Mencía, Cabra, Lucena, Las Navas-Moriles y Puente Genil .
El tren ofrecía varios servicios diarios, y según el tipo de convoy recibía un nombre popular u otro. Estaba el conocido como «el correo» -por las sacas de correspondencia- o «tren de las doce» -por la hora a la que pasaba por Cabra-. Y también «la cochinita» , un autotren que recibió el sobrenombre por el supuesto parecido con un insecto plateado. En realidad, aquello no era más que un autobús sobre raíles , aunque un poco más grande y ruidoso, fabricado por Renault o Fiat.
A lo largo de su historia el Tren del Aceite vivió episodios que captaron el interés de la prensa de la época. Los accidentes y descarrilamientos , mucho más frecuentes que ahora, fueron algunos, pero destaca la visita del entonces dictador Primo de Rivera, el 4 de octubre de 1927, camino de Algeciras, quizás para festejar el fin de la Guerra de Marruecos que había terminado unos meses antes. Primo de Rivera no tuvo a bien bajarse del tren y saludó al alcalde y a la muchedumbre desde la ventanilla. Quizás tuviera asuntos más importantes que despachar con los compinches que le acompañaban, Franco y Millán Astray.
Debido a la decadencia económica de principios del siglo XX, el Estado se vio obligado a intervenir la línea del ferrocarril en 1936 , que pasó poco después a manos de Renfe hasta su extinción. Durante décadas sirvió bien a sus propósitos, transportando aceite, minerales de Linares y pasajeros hasta Madrid o el Puerto de Málaga, pero ya en los años 60 la empresa pública empezó a plantear su cierre . A comienzos del milenio las plataformas por las que transcurría el Tren del Aceite recuperaron algo de su esplendor, pero ya sin raíles ni vagones: su trazado lo ocupa ahora la Vía Verde de la Subbética , con la que la comarca aspira a rescatar al menos una parte de los visitantes.