ARQUEOLOGÍA
Tras las huellas de Mellaria: la ciudad donada por los dioses en el Alto Guadiato
Plinio El Viejo habló de esta urbe que se halla en el término de Fuente Obejuna y cuyos restos físicos se investigan
La historia la recuerda gracias a un apunte de Plinio El Viejo , que en su ‘Historia Natural’ habló de esta ciudad romana, situada junto a la calzada que unía a dos de las grandes urbes del Sur de Hispania, Corduba y Emérita Augusta , y que atravesaba la amplia región de la Beturia Túrdula. Su nombre, Mellaria , que evoca la miel y los dones de los dioses , se ha asociado con la localidad de Fuente Obejuna, aunque no fue hasta la segunda mitad del siglo XX que los arqueólogos la comenzaron a situar en el Cerro Masatrigo y su entorno, un paraje ubicado en el desvío de la N-432 hacia la pequeña pedanía minera de El Porvenir de la Industria.
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Traerla al presente , sacarla de la tierra guadiateña , parecía un reto razonable e incluso obligado, pero no ha sido hasta esta última década que este propósito ha ofrecido síntomas de realidad. Lo ha hecho gracias a la Universidad de Córdoba y al empeño y persistencia del arqueólogo Antonio Monterroso Checa, uno de los más activos defensores del patrimonio cordobés, el cual ha contado con la complicidad de las dos últimas alcaldesas del municipio, Silvia Mellado e Isabel Cabezas.
La adquisición
El paso definitivo para poder acometer este proceso se ha anunciado esta semana , cuando la regidora , Silvia Mellado, ha comunicado que ya se ha finalizado, tras años de negociaciones, la adquisición de estos terrenos , que eran de propiedad privada. También se ha conocido que existe una unidad de acción administrativa para emprender esta iniciativa, pues la alianza establecida cuenta, más allá del respaldo conocido del Ayuntamiento y la UCO , con el apoyo del Gobierno central, de la Junta y de la Diputación Provincial . Ahora, según explica el propio Monterroso, lo que se iniciará es un metódico proceso de diagnóstico a través de una prospección geofísica, que servirá para planificar con detalle las futuras prospecciones arqueológicas. El investigador considera que en este proyecto se ha seguido un proceso muy riguroso en cuanto a forjar alianzas y establecer una cronología de acción con garantías para el Ayuntamiento, pues a grandes rasgos ya se conoce lo que puede aparecer. Afirma sin embargo que «ahora es importante no cometer errores y acertar en los siguientes pasos».
Monterroso, que es natural del Alto Guadiato, de la vecina localidad de Belmez, explica que su empeño por investigar Mellaria se inicia en 2013, cuando él regresó del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIF) de Madrid para incorporarse a la Universidad de Córdoba. «La tierra tira», explica el arqueólogo, que comenta que la vinculación del Cerro Masatrigo con Mellaria se establecía con bases científicas desde los años 60 y 70 del pasado siglo y gracias a trabajos parciales de historiadores especializados en Hispania como Iglesias Gil o Desiderio Vaquerizo. «Lo que había eran noticias muy esporádicas , en las que el asunto se trataba de refilón, y en ningún caso un trabajo monográfico o un proyecto exclusivo», explica el profesor Monterroso.
Las intervenciones
En los ocho años que han pasado desde aquella decisión han sido varias las intervenciones que se han realizado en la zona dentro del proyecto ya denominado «Mellaria romana» , aunque nunca se ha excavado hasta la fecha . Para acometerlas, se ha contado con fondos de la beca que el propio Monterroso tenía del Gobierno central, con ayudas de la Unión Europea a través de los Fondos Feder o con financiación del grupo de investigación de la UCO PAI HUM 882, dedicado a las antiguas ciudades de Andalucía. Al mismo tiempo, la alcaldesa, Silvia Mellado, iba avanzando en la negociación para la compra , delicada pues los propietarios no tenían intención de desprenderse de esos terrenos, importantes para ellos por cuestiones sentimentales. El contrato de venta incluye de hecho una cláusula que obliga al Ayuntamiento mellariense a utilizarlos con los fines establecidos y sin alteraciones.
El terreno se ha adquirido y se programa un plan de trabajo a largo plazo para saber más del lugar
De todos estos trabajos previos, en los que se incluyen vuelos fotogramétricos y con drones y una prospección satélite , se conocen algunos datos importantes , que dan pie a la esperanza y justifican la inversión del Ayuntamiento en la compra, de más de 300.000 euros. Según explica Monterroso, se conoce por ejemplo que la extensión de Mellaria era de 23 hectáreas como mínimo . «A grandes rasgos sabemos también dónde estaba situado el núcleo urbano y cómo pudo estar organizada la ciudad, la orientación de las calles, aunque todavía no hemos identificado ningún edificio ni el foro», añade. Con todo lo conocido hasta la fecha, tanto por bibliografía como por estudios recientes, se promovió en 2015 la exposición ‘Mellaria. Romanos en el Alto Guadiato’ , en cuyo catálogo divulgativo varios especialistas difundieron la historia de la llegada de Roma al Norte cordobés o el interés minero de la Beturia Túrdula, donde se incluía las minas del Alto Guadiato y de la vecina comarca de Los Pedroches.
Con estos condimentos, todo parece ya encaminado hacia la recuperación definitiva de Mellaria , que, según explica la alcaldesa de Fuente Obejuna, puede convertirse «en un foco de atracción no sólo para el municipio sino para toda la comarca del Alto Guadiato », especialmente afectada por la despoblación tras el cierre en las últimas décadas de las explotaciones mineras. Esta intención, la de dinamizar el turismo y fijar población, está también detrás de la implicación de la Junta de Andalucía en este proyecto, administración que, según ha avanzado el delegado del Gobierno, Antonio Repullo, ha decidido incluir una enmienda en sus presupuestos para que este mismo año se dispongan ya de fondos para esta iniciativa . El camino, tras la adquisición de los terrenos y con estos compromisos, parece así dispuesto para que el Cerro Masatrigo deje de ser el calmo paraje que ha sido durante siglos para convertirse al fin en un espacio de investigación y, con ayuda de la siempre caprichosa diosa Fortuna, de importantes hallazgos y sorpresas.