Coronavirus Córdoba
Los trabajadores del centro de alzheimer de Alcaracejos se encierran para evitar llevar la enfermedad
Pasarán la cuarentena en la residencia para no transmitir el virus a los ancianos
El Centro Andaluz de Alzheimer de Alcaracejos tiene desde ayer diecisiete nuevos «residentes». A las siete de la mañana, otros tantos profesionales que trabajan en este centro entraron para no salir hasta que finalice el actual estado de alarma demostrando un nivel de compromiso laboral y personal excepcional. El objetivo es blindar este centro ante posibles contagios ya que el principal riesgo se concentraba en la entrada y salida de personal. Con una reestructuración del trabajo y de las infraestructuras adaptándolo a estas nuevas circunstancias, el centro garantiza su funcionamiento sin mayor sobrecarga.
«Mantuve una conversación informal con un profesional sanitario y me planteó esta posibilidad, si la habíamos considerado para minimizar los riesgos que conllevan entradas y salidas», cuenta la directora del Centro Andaluz de Alzheimer, Ylenia Polvoreda , que añade que «teniendo en cuenta que nuestros mayores están sanos , somos la gente que entramos y salimos los vectores transmisores y con una plantilla de 52 personas , por mucha seguridad que se tenga, el riesgo está ahí».
Esa posibilidad caló en la directora del centro, que procedió a plantear esta opción al alcalde y presidente del patronato, José Luis Cabrera . El regidor decidió «hablar con todos los miembros de la corporación para ver qué opinaban y esa misma tarde se lo planteamos a la plantilla dejándoles claro, en primer lugar, que no se era mejor ni peor por aceptar. Es un sacrificio enorme porque antepones tu vida laboral a la familiar, es dar mucho más de lo que se te exige».
Ese pasomás en la cadena demostró muy pronto que en circunstancias excepcionales también se toman decisiones excepcionales. «Fue casi inmediato y eso que pedimos reflexión, que la gente se mentalizara», puntualiza Polvoreda. La capacidad de decisión se trasladó a la gestión porque en apenas 48 horas algunos espacios del centro se han reconvertido para dar cobertura a sus nuevos inquilinos. Ahora, las videollamadas que acompañan a los mayores que día a día dan vida este centro se harán más extensas porque se convertirán también en la ventana al exterior de los profesionales.
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