TRADICIONES
Día de Todos los Santos en Córdoba: Ruido de familias en la ciudad silenciosa
Los cordobeses recuerdan a sus desaparecidos en una jornada de tradición que llena de gente y de flores los cementerios
La ciudad del silencio, la del descanso eterno de aquellos que se fueron, se llena cada 1 de noviembre de un amable ruido de familias. Solo en el Día de Todos los Santos es normal ver a niños correteandopor un lugar que debe serles tan ajeno como un cementerio. Los padres llaman al orden mientras pasean entre los muros del camposanto de San Rafael , orientándose entre sus calles para dar con el lugar exacto donde depositarán flores en recuerdo de aquellos a quienes tanto añoran.
La tradición es patrimonio de los mayores, y por eso son ellos los que llegan más temprano, cargados con útiles de limpieza para retirar la suciedad de las lápidas, retirar las flores viejas y cambiarlas por unas nuevas. « Escalera, pintura », anuncian los mozos que recorren de punta a punta el cementerio ofreciendo su servicio a quienes no se ven capaces de alcanzar por sí solos una tumba situada en la última fila.
La antítesis de la ciudad calma de un día festivo está, irónicamente, en el interior de los barrios más silenciosos de Córdoba, sea en el barrio de la Fuensanta o en el Cementerio de la Salud. Podría ser una jornada para la tristeza pero la nostalgia se tiñe este día de la alegría del recuerdo . Y del reencuentro, porque el Día de Todos los Santos es también una excusa para volver a casa y reunirse con aquellos a los que la desidia, las obligaciones del día a día o la distancia mentienen alejados buena parte del año. Primero, ante las lápidas de quienes ya se han ido. Después, en las casas, en torno a las lamparillas de aceite y un plato de gachas caseras .