Rafael Ruiz - APUNTES AL MARGEN
Todo es partido
«Los papeles del polígono» explican que hay gente que no entiende que hay una sociedad civil y unas reglas que no son las de una organización política donde se ordena y manda
![Mitin del PSOE en el Sector Sur](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2016/06/26/s/mitin-psoe-cordoba-U102616254266laE--620x349@abc.jpg)
Cualquiera que conozca mínimamente un partido político sabe que es regla habitual que sus empleados donen una parte de su salario a las arcas de la organización. Aquellos cargos públicos y profesionales que tienen un empleo en ayuntamientos o diputaciones, como asesores o personal técnico de apoyo, ha de abonar una parte, en algunos casos relevante de su sueldo para sostener la organización política en la que militan. De hecho, cuando llegan las elecciones, en algunas fuerzas existen cuotas extraordinarias que aporten liquidez a las arcas, que aún así reciben una cantidad verdaderamente relevante de millones públicos . Los afectados lo cuentan con cierto sopor, como el que le cae una hemorroides. Es casi inevitable.
Las revelaciones de las prácticas laborales de dos entidades benéfico-sociales del barrio del Guadalquivir —mil gracias a todos cuantos han aportado información— llevan a una suerte de mímesis de esas prácticas. Al igual que los asesores o los concejales pagan, pues que lo hagan también quienes reciben pasta de la Administración autonómica. Esto es, el PSOE (cambie de partido según la comunidad autónoma que proceda). Esto es, «los nuestros». Usted, lector, que seguramente es un tipo normal con su desayuno pensará que esa forma de pensar es de una estolidez supina . Que solo a un pobre hombre se le ocurre discurrir de ese modo. Pues lo hacen.
Es lo que tiene que el partido sea un ente orgánico de propiedades cuasi teleológicas, un auténtico fin en sí mismo. Que abarque hasta los confines de la sociedad última, capaz de movilizar actitudes y, a qué negarlo, proceder a la compra de voluntades. Una modesta organización no gubernamental, que seguramente realiza un trabajo admirable el noventa por ciento de los días, se mete en el fregado de unas prácticas que le pueden costar un dolor de cabeza bien gordo. Y ello porque no existe constancia de que se es sociedad civil y se depende de los « muros de las lamentaciones », de otros que abren las puertas, buscan contratos, pegan telefonazos a concejales, delegados de la Junta y diputados provinciales. Esa cantidad de personas «partidodependientes» que pueblan la Administración hoy y van a seguir haciéndolo a partir de mañana, que será el día en que todo-cambie-irremisiblemente-para-bien. Sonrían, hombre.
Vamos a ser directos. Este cúmulo de entidades que ahora están bajo escrutinio —una por línea oficial de ayudas, si se fijan— solo existen porque Juan Pablo e Inmaculada Durán , presidente del Parlamento y jefa del PSOE en el distrito Sur, así lo han alentado de manera consciente. Y esto que ustedes están leyendo ahora, lo sabe una cantidad de relevantes cargos socialistas desde hace ni se sabe. Hace bien el futuro secretario general del PSOE, Antonio Ruiz , en ir preparándose el camino y guardar distancias si no quiere asumir más hipotecas ni más Jóvenes hacia el Futuro de los debidos en cuanto gane el congreso provincial.
El caso es que las prácticas orgánicas llevada a la realidad, a la más desdichada que es el desempleo, le ha creado un lío al PSOE. Tras el follón de la formación, apuestas a que tenemos Emple@ para rato. La organización se dedicó en 2014 a una campaña de propaganda verdaderamente brutal cuando Susana Díaz aprobó estos contratos, que paga por cierto Europa . Se organizaban actos en las casas del pueblo para que quedase bien claro a quién había que darle exactamente las gracias por esos contratos temporales , por el maná que llegaba a cada pueblo, a cada rincón de Andalucía con igualitario ánimo socialdemócrata . La impresión que da es que buena parte del dinero se gastó correctamente pero hay tela que cortar en lo que respecta a una fiscalización al detalle . Muchos millones, poco tiempo para gastar e intereses políticos . Mala mezcl a, señora.
Es una cuestión de personas , ha dicho Isabel Ambrosio . Efectivamente. De quienes han tenido que pagar por trabajar como si fuesen parte de un todo partidista, de ordeno y mando. Ellos deberían recibir , en primer lugar, disculpas . Y luego, su pasta .