Con todo el Arenal a disposición de quienes quieren vivir la fiesta tranquila

El lunes de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba tiene algo de un traje que siempre queda largo, como de la persona sola que come en la mesa de un banquete. Es cómodo, hay sitio incluso para disponer el periódico si uno tiene esos gustos, pero queda grande. Aunque sea menos grande que otros años.

Las casetas grandes que daban de comer a tanta gente estaban vacías, las que invitaban a bailar también y reinaba un insólito silencio, porque había comenzado la iniciativa de este año de bajar la música para animar a que acudan los niños con autismo. Con todo, las ganas de diversión podían con todo.

El traje podría ser grande, pero había que disfrutarlo. En las casetas que parecían vacías iban llegando las comidas de empresa, que se disfrutaban más si había algo de intimidad , y otras muchas disfrutaban de esos días de cierre que el Ayuntamiento todavía raciona, pero que no fallan.

Hacía calor, porque esta Feria de Córdoba será de casi rozar los 40 grados , pero el Arenal comenzó a animarse. Con silencio, con mucho sol, pero llegaron de todas partes los trajes de flamenca , y lo que antes era soledad ahora tenía un poco de animación. Con casetas enormes que parecían vacías, había sin embargo algunas notas para hacer pensar que quizá no quedara tan largo el traje. Al menos por algunas partes, las que menos necesitarán retoques.