CIRUGÍA OCULAR
Tarsicio, el guineano de ojos renacidos
Fundación La Arruzafa devuelve la visión a un niño guineano al que se ha sometido a una doble intervención de cirugía ocular
Tarsicio ha tardado ocho años en ver con nitidez. El día que miró la luz por primera vez, en realidad no la vio como el resto de las personas. Hasta la fecha, era un niño afectado por «múltiples problemas» que soportaba desde su nacimiento.
Este joven llegó al mundo el 12 de agosto de 2008 en Malabo , Guinea Ecuatorial . A sus padres les explicaron que su hijo sería un niño diferente al padecer una parálisis braquial obstétrica . A este defecto físico se sumó años más tarde la hiperactividad , lo que sus padres relacionaron con su bajo rendimietno escolar.
«Fue una maestra la que nos hizo la observación de que mi hijo, en el momento de hacer una actividad, se acercaba mucho al papel». Así detectaron que «el niño también tenía la visión afectada», puntualiza su padre. Un oftalmólogo les recomendó que aprovechan «la visita de los especialistas de la Fundación La Arruzafa » para que evaluaran a Tarsicio de manera más precisa.
«Esa catarata la padece desde pequeño, desde el nacimiento . La visión de Tarsicio ha podido madurar algo, pero no le ha permitido conseguir una madurez completa y posiblemente ya no la pueda conseguir», explica el oftalmólogo Juan Manuel Cubero que ha intervenido al chico.
Una vez en España, al joven le fue practicada hace tres semanas una doble intervención donde «se le ha realizado una extracción de cataratas con implante de lente intraocular y capsulorrexis posterior en ambos ojos», detalla el oftalmólogo. «Ahora Tarsicio va a poder desarrollarse como un niño normal» añade.
Con la cirugía practicada a Tarsicio, la FLA completa un total de 24 evacuaciones de pacientes que requerían de una intervención difícil de realizar en sus países de origen.