ACUARELA Y TINTA
Tafures, 2
Un hermoso naranjo y un rosal de pitiminí adornan este patio, que vuelve a concursar tras dos años
EL patio abierto al público de Tafures, 2 es el patio umbrío, el de la sombra. Se nota especialmente en la base de hoja verde que lo viste. Un patio con ventana, que se puede ver desde la calle, como la buganvilla fresa que ha empezado a asomarse sobre el muro de la casa. Entramos al recinto recién regado, lo que le da esa atmósfera especial y refrescante de las horas gratas del día.
Es un rincón muy coqueto, con porche de acceso a la vivienda desde donde vemos la profusión de plantas y macetas que su propietaria, Francis , ha preparado para este concurso, al que vuelve tras dos años sin participar. Nada más entrar, me llaman la atención unas plantas de hoja menuda que rebosan en unos recipientes de cerámica. Uno de ellos resultó ser una cafetera antigua, como Francis me mostró poco después. ¡Es musgo !, pequeñas alfombras de hoja menuda, de una sencillez extraordinaria. Tan sencillo que destaca entre tanta exuberancia.
En el centro del patio hay un naranjo bien hermoso. Más allá, siempre sorteando macetas con flores de topo tipo, escala las rejas de las ventanas con persiana de esparto , un rosal de pitiminí rojo , que llega a la segunda planta desde la base que comparte con la buganvilla. Entre tinajas nacen las enredaderas del patio, plantas de hoja verde rodean la fuente, una cineraria recuerda al vecino Palacio de Viana , calas a la entrada de la casa, orquídeas en el porche.
En cada rincón un detalle para recrearse. Me dice Francis que la vuelta al concurso está siendo buena cuando entran unos amigos suyos que han ido a verla aprovechando el festival. Sale una del patio apuntando flores y sonriendo encuentros. Sin duda, es verdad que esta vuelta es buena.
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