Agricultura
La superficie de olivar en Córdoba se frena por los bajos precios y los aranceles de Estados Unidos
En 2019 apenas creció un uno por ciento tras encadenar varios años de grandes subidas
![La superficie destinada a olivar para aceituna de verdeo experimetó un aumento en Córdoba en 2019](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2020/04/13/s/superficie-agraria-cordoba-ky1F--1248x698@abc.jpg)
El sector primario es la principal fuente de riqueza de muchos municipios de la provincia, algo que queda demostrado un año más con las estadísticas publicadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de los Cultivos en España (Esyrce). Este estudio, correspondiente a 2019, señala que las tierras de labranza ocupan un total de 669.393 hectáreas , una inmensa área geográfica que cubre cerca del 49 por ciento del conjunto del territorio provincial. Es llamativo el hecho de que Córdoba es la segunda demarcación en el territorio andaluza con más terreno dedicado a la producción agraria , sólo superada por Sevilla, que se queda en las 808.937 hectáreas.
Desde hace años está abierto un debate sobre el progresivo abandono del entorno rural por la falta de oportunidades, al mismo tiempo que 2019 se caracterizó por una bajada generalizada de los precios de origen de los cultivos, además del daño causado por los aranceles aprobados por Estados Unidos a determinados productos agroalimentarios, como es el caso del aceite de oliva y de la aceituna . Como consecuencia de todo ello el área sembrada en Córdoba sufrió una bajada de cerca del 1 por ciento , un descenso que no es destacable por su cuantía, pero sí por el hecho de que este capítulo llevaba algunos años al alza.
La evolución de la superficie agraria no ha sido uniforme, sino que hay cultivos que han experimentado un crecimiento frente a otros que han visto perder espacio en la provincia en los últimos 12 meses.
Los productos leñosos continúan siendo los preferidos por los agricultores cordobeses, especialmente el olivar, que a finales de 2019 acaparaba un área que alcanzaba las 374.081 hectáreas. Son 4.635 más que los dígitos correspondientes al ejercicio anterior, lo que supone que en este ciclo temporal se ha contabilizado un imperceptible avance de poco más del 1 por ciento.
Producción de aceite
Es la mitad de lo que elevó este apartado en 2018, algo que es consecuencia de los difíciles momentos por los que atraviesa el sector con una caída de sus precios el año pasado del 29,4 por ciento, un problema que se agudizó con las tasas impuestas por la Administración Trump a la entrada del aceite de oliva español, entre otros cultivos. Esta situación no ha mejorado en 2020, lo que llevó a los productores a iniciar distintas movilizaciones en enero.
La mayor parte de las plantaciones olivareras se dedican exclusivamente a la producción de aceitunas que se destinan a la molturación de aceite. Concretamente, son 325.589 hectáreas, con un alza que en 2019 fue del 1,3 por ciento. En el caso de las explotaciones que comercializan sus mercancías tanto para aceituna de mesa como para «oro líquido», su espacio apenas varió y se quedó en 47.709 hectáreas, mientras que las fincas que están especializadas en verdeo registraron un aumento del 17 por ciento y llegaron a las 784 hectáreas.
En esta actividad Córdoba cuenta con una característica distintiva respecto al resto de territorios, que no es otra que el bajo peso del regadío en el conjunto de las plantaciones. El Esyrce resalta que únicamente 78.702 hectáreas de olivar se encuentran en sistemas de reparto mecánico de agua, una cifra que ha crecido de un modo casi imperceptible en el último año y que representa poco más del 21 por ciento del total.
Otras provincias olivareras de la comunidad presentan mejores niveles en este sentido, como es el caso de Sevilla (41%) y, sobre todo, Jaén, (51%). La media andaluza se coloca en el 38,5 por ciento.
Auge del almendro
El cultivo leñoso de moda en Córdoba, sin duda, es el almendro, con una superficie que no deja de elevarse. El documento indica que en 2019 había contabilizadas 8.810 hectáreas sembradas con este fruto seco , 20 veces más que lo que había plantado hace cinco años. En 365 días la subida ha sido del 18,6 por ciento.
Esta circunstancia ha provocado que grandes empresas agrarias como Dcoop o Dafisa hayan puesto en marcha sus propios centros de tratamiento y envasado de este alimento.
En el otro lado de la balanza se encuentran cultivos históricos como los cereales, el girasol y el viñedo, que no dejan de perder sitio en la provincia. En el caso de los herbáceos el área se ha reducido un 5 por ciento, situándose en 198.028 hectáreas. Dentro de este ámbito sobresale el retroceso en algo más de un 8 por ciento de los cereales y, más concretamente, de un 21,5 por ciento del trigo.
Los cultivos industriales han sido otros de los más perjudicados, especialmente el algodón y el girasol con una superficie que ha mermado en un 10 y en un 8 por ciento hasta quedarse en 5.294 y en 27.028 hectáreas, respectivamente.