Patrimonio
La Sinagoga de Córdoba se somete a tratamiento
La Junta licita el proyecto para ampliar las instalaciones y reparar los males del edificio
La Sinagoga de Córdoba , el segundo monumento más visitado tras la Mezquita-Catedral, se someterá a un tratamiento para quitarle los achaques y preparar varios siglos más de vida. La Junta de Andalucía acaba de licitar las actuaciones más la dirección de la obra en la que pretende gastar unos 300.000 euros.
La actuación consiste en d os elementos diferenciados. Por un lado, la urbanización del solar anexo, adquirido por la Junta hace años, y que fue sometido a diversas investigaciones arqueológicas. Allí se encontraron restos de la muralla romana, la zona del baño ritual judío, un pozo y elementos que pudieron pertenencer a la casa de vecinos que existió en la llamada vivenda del callejón. Originalmente, se pensaba que ese edificio se creó en el siglo XIX. Ahora se sabe que ya tenía ese uso de residencia colectiva cuando se levantó la Sinagoga, en el siglo XIV .
Esta parte de la obra consiste en la creación de una envoltura de casa que permita dejar los restos arqueológicos protegidos en torno a una pasarela que permita conocerlos mejor. Una de las consecuencias es que mejorará la imagen de la calle Judíos acabando con la imagen de solar que tiene desde principios de los ochenta, cuando la propiedad fue adquirida por un particular para ampliar su vivienda, parcialmente, sobre esta superficie. Esta nueva parte del complejo servirá para liberar espacio para un centro de interpretación.
Por otra parte, se actuará sobre lo que ahora conoce como la Sinagoga, que en realidad son dos casas: El templo propiamente dicho y la llamada casa del portero , que es por donde ahora mismo entran los visitantes. Los responsables del proyecto aseguran haber detectado numerosas patologías en el edificio. Grietas, humedades o ventanas que no estaban disponibles. Se cambiará la cubierta de la casa del portero, se restaurará la fachada de la casa y se eliminarán todos aquellos desperfectos detectados.
La Junta de Andalucía quiere aprovechar que se pone en marcha la obra para dos cuestiones de carácter patrimonial. Por un lado, se ampliarán las excavaciones en la muralla romana y en la zona de baño ritual judío que se tuvieron que paralizar por falta de recursos. Además, se efectuarán nuevas labores de conservación del Bien de Interés Cultural propiamente dicho, que fue sometido a una reforma hace apenas un año.
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