APUNTES AL MARGEN

Sin violencia ni intimidación

Los partidos políticos que hablan sobre el caso de la manada tienen una hipocresía supina. La interpretación sobre los delitos de naturaleza sexual depende de su trabajo legislativo

El tribunal condenó al padre que violaba a su hija de 6 años a 27 años de prisión RAFA CARMONA

RAFAEL RUIZ

El 26 de octubre del año pasado, la Audiencia Provincial de Córdoba emitió una de las sentencias más duras sobre delitos sexuales de los últimos años. Un varón de 40 años, vecino de Lucena, fue condenado a 27 años de prisión por delitos contra la indemnidad sexual de sus hijos de cinco y seis años . Durante la vista oral, se demostró que este pedazo de carne sin bautizar forzaba sistemáticamente a sus hijos de seis y cinco años de edad . Que lo hizo una y otra vez generando un ambiente de terror en la vivienda familiar . Su mujer y madre de los niños fue condenada a tres años de prisión como cómplice de los hechos.

La Fiscalía pedía penas que sumaban unos 52 años de cárcel que se quedaron en algo menos de 30 porque la sentencia no apreció «violencia ni intimidación» en las acciones del condenado . El ponente de la sentencia fue un magistrado progresista, el exdiputado del PSOE Juan Luis Rascón.

Los hechos fueron conocidos por la Policía el nueve de enero de 2015. Tras un ataque sexual , la niña -recuerden, seis años de edad- tuvo que ser ingresada con unos terribles desgarros vaginales . La sentencia recogió que tenía el aparato sexual de una mujer mayor. La madre, que se libró de la mayor parte de condena que reclamaba el Ministerio Fiscal, relató en el acto de la vista oral que el principal acusado había sometido a toda la familia con amenazas y actos vejatorios . Fue absuelto del delito de lesiones .

Durante la madrugada del seis de mayo de 2012, un grupo numeroso de jóvenes estaba de fiesta junto a la plaza de toros de la localidad de Lucena. Una chica de 16 años que estaba bebida entró en una discoteca de la localidad. Allí coincidió con seis muchachos de su edad . Dado su estado volitivo, uno de ellos le dijo a los demás que, tal y como estaba, podían practicar sexo con ella . Todos.

Decidieron sacarla del recinto ferial y se la llevaron hasta un portal. La cría tropezó y se golpeó la cabeza sangrando . Aún así, se turnaron para mantener relaciones sexuales. Mientras unos vigilaban, otros la obligaban a realizar felaciones y a penetrarla . Una vecina del edificio se encontró con la situación y fue la que llamó a la Policía y a los servicios sanitarios.

El juzgado de Menores número uno de Córdoba condenó a los seis autores probados de los hechos por un delito de abuso sexual -es decir, sin intimidación ni violencia- a pesar de que la joven nunca pudo dar su consentimiento a las prácticas sexuales. La sentencia - recuerden que son menores - condenó a los seis menores a doce meses de libertad vigilada con la obligación de realizar un taller de educación sexual y pasar varios fines de semana en un centro de reforma . El fallo no garantizó que la chica hubiera quedado traumatizada «de forma importante» por los hechos «por la inestabilidad emocional, ausencia de autocontrol y vida desorganizada y libertina» que ha llevado tras los hechos.

He usado estos dos ejemplos de los juzgados locales para que recuerden este dato relevante. Los delitos contra la indemnidad sexual se estructuraron en el Código Penal en 1995 y, desde entonces, han sufrido numerosas reformas. La última de ellas data del año 2010 y se introdujo con el objetivo de recoger demandas sociales y establecer casuísticas no recogidas como las violaciones usando sustancias como la burundanga. Es la ley la que tiene que determinar qué castigos se aplican sobre unos hechos determinados . Es pertinente, lícito y sano que se abra un debate social sobre si el tipo del abuso (cuya pena es similar a la del homicidio doloso en su margen más reducido) y de la agresión sexual están fijados como corresponde. Si la ley tiene que corregirse o las penas incrementarse.

Pero ya sea en el caso de esos delincuentes descerebrados del caso de la manada de los sanfermines, en el de una niña indefensa de seis años que era violada por su padre o en el de una adolescente que se vio encerrada en un portal por seis tipos que hacían turno para forzarla, no recuerdo ningún comunicado de condena de esta pandilla de políticos hipócritas que ahora quieren sacar tajada electoral de un caso tan dramático cuando son los únicos que tienen en su mano hacer algo al respecto .

Sin violencia ni intimidación

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