Apuntes al Margen
Sin pecado concebidas
Nadie ha presentado pruebas fehacientes de que Adevida o Red Madre seleccionen a las usuarios en virtud de sus ideas religiosas
PAULA Badanelli, jefa de filas de Vox , ha rezado un ‘avemaría’ en el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba alcanzando notable éxito de crítica y público entre la derecha-derecha-derecha. Concluye con ese gesto una semana en la que hemos tenido unos pocos pero relevantes ejemplos de fuerzas políticas sin pecado concebidas. Gente pura en sus conviciones, ajenos a los mansos. Lo que debería catalogarse como los intensitos municipales. Modelos ejemplares de gentes sin contradicciones. Mujeres -porque últimamente son mujeres- sin tacha ni mácula. Concepcionistas de la política. Puro dogma.
Si ustedes hacen memoria, el debate rematado por el Ave María de Badanelli -le he propuesto que en el próximo sea el ‘Cuatro esquinitas tiene mi cama’- arrancó con una reflexión precisa y una solución surrealista. IU y Podemos presentaron una moción en el Pleno en la que aseguraban que las concentraciones para rezar en la puerta de la clínica que practica interrupciones voluntarias del embarazo por concierto con el SAS son intolerables porque suponen una coacción.
Se trata de acciones que tienen los días contados si prospera la reforma legislativa que convertirá estas convocatorias en un delito. En justa reciprocidad, pues ese era el fondo de la propuesta, la moción abogaba por retirarle los fondos a las organizaciones contrarias al aborto que reciben dinero del Ayuntamiento para que no acabasen financiando actos de acoso.
Adevida y Red Madre son organizaciones no gubernamentales que tienen programas sociales de ayuda a la maternidad . Entregan, fundamentalmente, ayuda de primera necesidad. Si la pregunta es si tienen ideas sobre el derecho a la vida y la interrupción voluntaria del embarazo, la respuesta obvia es sí.
Están en contra. Si la pregunta es si reciben fondos municipales para coaccionar a mujeres en la puerta de clínicas, me da que la respuesta tiene que ser obligatoriamente negativa. Se trata de convenios de colaboración que tienen una justificación anual y que cuentan con unos fines muy precisos . Hasta el momento, nadie ha presentado pruebas fehacientes, ni siquiera indirectas, de que la atención a mujeres en sus proyectos sociales quede condicionada a una forma de entender el mundo. En el momento en que eso pase, hablamos.
El anterior gobierno municipal, en el que estaba IU (con el PSOE) pero no Podemos, ya retiró los fondos a estas organizaciones a pesar de que el departamento de Servicios Sociales nunca dejó de remitirle a mujeres para que fueran atendidas, una cosa grandiosa. Y fue por lo que fue. La cuestión relevante es si para recibir recursos de una Administración concreta hay que tener la misma línea de pensamiento de quien la gobierna. Entiendo que en el catecismo de los intensitos de izquierda pone que sí.
Paula Badanelli y Alba Doblas, por poner un ejemplo, son imágenes especulares . Donde una levanta la mano derecha con el Ave María como símbolo político la otra eleva la izquierda exigiendo pureza de sangre para acceder al presupuesto.
«Recen cuanto quieran pero en sus casas», afirmó la portavoz de Podemos, Cristina Pedrajas , capaz al parecer de tomar la palabra en una institución pública para indicar cómo se ha de ejercer un derecho constitucional, el de la libertad de culto . Cortadas por el mismo patrón, en el fondo saben que se parecen más de lo que nunca van a reconocer. Dios, patria, rey. Hermana, yo te creo. Como en el chiste, qué mal desfilan los demás. El mejor es mi niño que va justo en sentido contrario.
