Desde mi rincón
Sin complejos ni miedos
Pablo Casado no puede esperar a tener poder para ganar nuestra confianza. Tiene que empezar a ganarsela desde la oposición
Quienes me conocen saben que respeto profundamente la empresa . Esto me hace estar interesado en la política. Porque política no es otra cosa que la ciencia que trata del gobierno y organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados. Si la empresa es una sociedad humana, es normal que me interese la política . Lo que no es normal es que un político no esté interesado en la salud, desarrollo y gobierno de las empresas. Digo esto porque muchos políticos sólo perciben la empresa como una vaca a la que hay que ordeñar. ¿A qué viene esto? Noticias de la pasada semana me animan a hablar de política.
En democracia es transcendental la acción del gobierno. Pero no es menos importante la labor de la oposición . Sin dejar de ser leal, la oposición tiene la obligación de informar a los ciudadanos sobre las consecuencias que pueden originar las decisiones del gobierno; llevar al Parlamento las inquietudes y propuestas de los ciudadanos y batallar democráticamente, sin complejo alguno, contra aquellas decisiones que según su criterio pueden perjudicar a España como proyecto colectivo. La semana pasada un partido importante para gran parte de la sociedad española ha elegido a su líder. Lo que digan de él aquellos que hacen carrera dentro del partido no nos sirve. Ni siquiera las palabras que públicamente dijo el electo en ese momento. Ya son muchas las veces que el viento se llevó las palabras pronunciadas en campaña o en momentos de exaltación. Los españoles necesitamos obras para poder confiar en él.
En estos momentos España necesita una enérgica oposición . La locura que se vive en España no es normal. No es digerible que un político en el ejercicio de poder afirme sin ruborizarse que «es falso que se gobierne para todo el mundo» , sin recibir una respuesta apropiada a tal barbaridad. Es para temer que la interpretación de la historia sea impuesta por Ley, sin que haya oposición que grite desde la tribuna del Parlamento, ¡mucho cuidado! una verdad a medias es la más cobarde de las mentiras. No es lógico que unas minorías que buscan la ruptura de este país , tengan mano en las riendas de la dirección de España. Ni es razonable que para frenar las locuras de esos rupturistas se confisque vía impuestos el esfuerzo del resto de españoles.
Pablo Casado no puede esperar a tener poder para ganar nuestra confianza . Tiene que generar confianza si quiere alcanzar poder. Y esa sólo la conseguirá haciendo oposición desde ¡ya! Con un equipo de personas de garantía reconocida, sean o no de su partido, y recibiendo los problemas a «porta gayola» . Haciendo oposición con lealtad, pero sin complejos ni miedos para defender la ideología y principios que esperan que defienda las personas cuya confianza él pretende ganarse.
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