TRIBUNALES
Siete presos condenados por provocar «90 minutos de máxima tensión» en la prisión
La Fiscalía rebaja las penas solicitadas para los acusados al reconocer éstos los hechos y por dilación indebida de la causa
La Fiscalía de Córdoba ha rebajado la petición de prisión para los siete implicados en el motín que ocurrió en el Centro Penitenciario de Alcolea el 30 de octubre de 2007 después de que en el juicio celebrado esta semana en el Juzgado de lo Penal número 5 de Córdoba , los acusados reconocieran los hechos, y la Fiscalía aplicara la atenuante de dilación indebida del proceso que se remonta a hace una década. En total, las penas solicitadas por el Ministerio Público podrían quedar, en torno a la mitad de la solicitada inicialmente y que sumaban un total de 16 años de prisión ( seis condenados a dos años y otro de los presos condenado a 4 años ), según han informado a ABC fuentes de la Fiscalía de Córdoba.
Hay que recordar que la prisión de Alcolea vivió durante la mañana del 30 de octubre de 2007 inolvidables «90 minutos de máxima tensión» , un motín de película que forma parte de la historia del centro penitenciario cordobés. Esta semana, durante el juicio, seis de los siete internos acusados de participar en el motín reconocieron los hechos ante la jueza, (uno de ellos no compareció ante el Tribunal) mientras que la Fiscalía modificaba su calificación inical de los hechos reconociendo a su vez atenuantes por dilación indebida , ya que este motín fue hace más de nueve años. La Fiscalía rebajó las penas que solicitaba por varios delitos de atentados contra la autoridad, desorden públicos, daños y faltas de lesiones.
En resumen, cuatro funcionarios de prisiones resultaron heridos por pinchos y golpes al repeler este motín en la prisión cordobesa que comenzó cuando un preso aprovechó la apertura de los rastrillos del módulo a las 9.00 horas de la mañana para salir al patio sin autorización ; de ahí y ante la negativa durante el cacheo posterior, el acusado pateó a los agentes , intentó morderles y comprobaron cómo llevaba entre sus ropas un pincho de metacrilato .
Prendieron fuego al módulo
Los funcionarios lo condujeron entonces a un módulo de aislamiento , y en el camino se hizo con el apoyo de otros internos a los que les decía que « le ayudaran a matar a esos cabrones , lo que provocó que parte de los internos del módulo comenzaroan a patear las puertas del rastrillo gritando a los funcionarios, diciéndoles que les abrieran si tenían huevos, y que fueran a por ellos si eran capaces.
El alboroto fue en aumento y uno de los acusados consiguió inicialmente el apoyo de otros que prendieron fuego al módulo. Otro de estos preso s sacó un pincho con el que amenzó con clavárselo al jefe de servicio. Los funcionarios hubieron de replegarse al búnker al encontrarse rodeados, desde donde se cursó órdenes a los internos para recuento.
La orden fue desobedecida saliéndose parte de los intenos al patio, comenzando a lanzar y destrozar mobiliario del módulo y tratar de romper los cristales del búnker. El grupo se dirigió al gimansio para conseguir barras de hierro con la que continuar su acción, destrozando cristales del comedor y del búnker causando daños por valor de casi 3.000 euros.
Ante la aparición de más funcionarios en refuerzo de sus compañeros, los internos fueron replegándose hacia sus celdas, quedando uno de ellos con una barra de hierro en una mano y un pincho en la otra, junto a otros que tenía también otro pincho en su mano con el cual comenzó a lanzar puñaladas al subdirector, al que casi llegó a alcanzar en un ojo. Otro de los acusados sacó su pincho e intentó clavárselo a un agente en el cuello aunque finalmente sólo resultó herido en un hombro.
Al tiempo que ocurría esto, uno de los siete presos acusados se unió a la revuelta con una barra de hierro que había cogido del gimnasio lanzando repetidos golpes contra la cristalera de seguridad de la oficina de los funcionarios rompiendo tres paneles y gritardo a los funcionarios. Los daños causados en ese módulo ascienden a 1.128 euros . Todos estos hechos han constituido, según fuentes sindicales de prisión la más grave alteración regimental, quizá la más llamativa en cuanto a amotinamiento se refiere del último cuarto de siglo.