EL NORTE DEL SUR

El sí explícito

Al final nos convenceremos de que lo más natural es ligar por Tinder para evitar malentendidos

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo ARCHIVO
Rafael Aguilar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Llega al periódico un correo de la Secretaría de Estado de Comunicación que anuncia la visita a Córdoba de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo , que pide la confirmación de la cobertura a los actos protocolarios que la política egabrense protagonizará en dos días en el Ayuntamiento y en la Diputación Provincial y sale sola la broma de que lo que quiere el gabinete de la alta representante del Ejecutivo es un sí explícito a la invitación a la convocatoria. Ahí la lleva con acuse de recibo y con los correspondientes números de los documentos nacionales de identidad, que a este paso y como poco va a ser lo que lo que le pidan a cualquiera , ay madre mía, que muestre cierto interés por un semejante. Esto se nos ha ido de las manos y si alguien no pone un poco de cordura y de sensatez en debate hay un riesgo más que cierto de que acabemos por convencernos de que lo más natural, seguro y profiláctico es limitarse a ligar por Tinder . En la aplicación queda constancia de que yo quiero y de que tú quieres , y si luego hay líos basta con bucear en la memoria interna del móvil para que el juez salga de dudas. Nada de malentendidos : vamos al grano porque me lo has permitido deslizando el dedo sobre la pantalla de tu teléfono hacia el lado correcto y que abre el camino del encuentro.

Esa propuesta de la cordobesa Calvo para reformar el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que recojan que, por citar sus propias palabras, «si una mujer [¿sólo una mujer?] no dice sí expresamente, todo lo demás es no» quizás sea útil para situaciones límite, indeseables y afortunadamente aisladas . Pero para el trato entre personas con la cabeza en su sitio, que son la gran mayoría, resulta algo abominable y hasta ofensivo . Quien corteja, o quien lo intenta, pisa tarde o temprano terrenos que tiene la certeza de que no son suyos , aunque quiera que les pertenezcan alguna vez: t odo sueño de un seductor es al principio una pesadilla tormentosa porque nunca está seguro de si las señales que lanza agradarán o si en cambio incomodarán a quien él, o ella, pretende que las capte , y por supuesto que responda. Si lo que obtiene es un no o simplemente el hiriente silencio , el deber inexcusable del intruso en el corazón ajeno es guardarse lo que le aflige y marcharse educadamente por donde ha venido con la cabeza bien alta. Quien a estas alturas no sea capaz de reponerse de un portazo tiene un problema y claro que entonces, si se empeña en cruzar la cancela que le están cerrando, es cuando ha de actuar la ley con toda su contundencia.

De ahí a criminalizar a todo tipo, o tipa, que exprese sus sentimientos o sus deseos hay un trecho que la nueva gobernanza quiere acortar con una tabla rasa que convierte al enamorado en un sospechoso de acoso sexual. Y cuidado con estas cosas porque la psicosis es contagiosa : en cierto lugar de la costa de Cádiz había el pasado fin de semana carteles en un bar sí y en otro también que declaraban a la localidad «libre de violadores» , y nadie entre quienes pregunté supo concretarme si el pueblito había vivido algún episodio de esa naturaleza recientemente. A este paso, dar los buenos días a la vecina en el ascensor o a la compañera de la oficina en el descansillo puede costarte un disgusto de banquillo y sentencia. Al tiempo.

El sí explícito

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación