Cultura
Sextilio Ena, el único verso del primer poeta de Córdoba conocido
El primer autor poético de la historia de la ciudad vivió en Roma poco antes del nacimiento de Cristo
Su nombre ha logrado sobrevivir entre la espuma de los siglos. Sextilio Ena se llamó. Cordobés y poeta . Poeta y cordobés. Dos palabras que luego se habrían de unir de nuevo en tantísimos otros, desde Lucano a Juana Castro pasando por Ibn Zaydun, Wallada, Juan de Mena, Luis de Góngora, el Duque de Rivas o Pablo García Baena , por citar algunos nombres cimeros de la literatura cordobesa.
Entre todos ellos crearon el mito de Córdoba como «ciudad de poetas» que ahora se consolida en proyectos como Comospoética, que estos días ha ha cerrado su última edición. Aunque quizá nada de eso hubiese sido posible sin los pioneros, sin los poetas romanos . De ellos, el más antiguo del que ha quedado registro es precisamente él, Sextilio Ena, un escritor que fue coetáneo de Séneca El Viejo , padre de Séneca el filósofo, y que que vivió en aquella Roma que transitaba desde la República al Imperio.
Se movió en el más importante círculo cultural de su tiempo, el del general y político Marco Mesala Corvino , y compartió tertulias y lecturas con escritores de su periodo como Ovidio Nasón, Cornerlio Severo o Albinovano Pedón. De hecho, no es únicamente el primer poeta cordobés del que se tiene constancia, sino también el primero de la Bética y el primero de Hispania, aunque es sabido que existieron otros anteriores cuyo nombre no ha quedado en la Historia.
El investigador que ha arrojado luz sobre este autor romano ha sido el profesor y escritor Alberto Monterroso , biógrafo de Séneca y uno de los grandes eruditos del periodo, al que le ha dedicado varios libros y sobre el que escribe a menudo en la revista «Aires de Córdoba» .
Explica el historiador cordobés que de Sextilio Ena «sólo ha quedado un verso, pero con una historia curiosa alrededor, reveladora del momento político que entonces se vivía». Se conoce todo ello por Séneca El Viejo, que en su obra «Controversias y Suasorias», la única que se ha logrado conservar de él, evoca una jornada en el círculo de Mesala que estuvo marcada por ese verso de Ena.
Ocurrió, según explica Monterroso, en el año 15 antes de Cristo , en una tertulia en la que se debatía sobre Cicerón , que había sido ejecutado casi treinta años atrás por orden de Marco Antonio . Los oradores daban su opinión sobre el gran orador y pensador y los poetas leían sus obras. Fue ahí cuando Ena leyó el único verso que le conocemos: «Hay que llorar a Cicerón y el silencio de la lengua del Lacio».
«Hay que llorar a Cicerón y el silencio de la lengua del Lacio», escribió sobre el gran orador
Según explica Monterroso, «un verso de bella factura , hexámetro y de ritmo armónico y que evoca alusiones literarias de gran erudición, como pueden ser el epitafio de Plauto o el de Nevio». Séneca El Viejo, en sus «Controversias», explica de hecho que ese verso sería luego tomado como referencia por Cornelio Severo para componer otro muy parecido aunque quizá mejor acabado: «Enmudeció, triste, la elocuencia de la lengua latina ».
La curiosidad de esa reunión, según la relata Séneca El Viejo, estuvo sin embargo en la reacción de uno de los poderosos hombres que asistían a la cita: el senador Cayo Asilio Polión , amigo de Mesala. Según explica Monterroso, este prócer era enemigo de Cicerón , tanto que incluso décadas después de la muerte de éste aún le incomodaba escuchar panegíricos y elogios a su persona.
Según cuenta Séneca El Viejo, su malestar fue tal ante lo que escuchaba que incluso abandonó la reunión malhumorado antes de su conclusión . Y lo que tal vez colmó el vaso fue el verso del cordobés Sextilio Ena, ya que Polión llegó a preguntar antes de marcharse que si acaso él era mudo, en referencia a la hipérbole que señalaba que el idioma había acabado con la muerte de uno de los hombres que mejor usó el latín en todos los tiempos.
«Esta expresión le pareció intolerable a Polión, que era un hombre con una trayectoria política importante , ya que había vivido las guerras civiles y había sido amigo de Marco Antonio, del que luego se distanció para ganarse la amistad de Augusto, el primer emperador romano», explica Monterroso.
Poco más se conoce de Sextilio Ena, aunque Monterroso apunta a que su legado sí que quedó en otros poetas posteriores. Por ejemplo, en Marco Anneo Lucano , nieto de Séneca El Viejo y que siguió la senda de los autores épicos de la generación anterior, a la que pertenecía Ena. Sería el mejor poeta cordobés del periodo, muy por encima de un Sextilio al que Séneca El Viejo consideraba más talentoso que erudito.
De igual modo, Alberto Monterroso cree que el verso de Ena también ha dejado su rastro en un poeta del Siglo de Oro español , el sevillano Juan de Arguijo, que escribió un soneto dedicado a Cicerón en el que, en sus versos finales, resuena con claridad la hipérbole que lanzase Sextinio Ena en Roma y que tanto molestase al senador Polión. «Desciende el golpe sobre la alta gloria // de la latina lengua; y derribado // yace el valor, y la elocuencia muda», escribió Arguijo en referencia al momento en el que el gran orador fue ejecutado.
La primera referencia que existe a los poetas cordobeses, aunque de estos no se sepan sus nombres, procede del propio Marco Tulio Cicerón , que los nombró en su obra «Pro Archia Poeta». Allí explica el escritor, pensador y senador que le gustaba escucharlos al general Quinto Cecilio Metelo. Según explica Monterroso, vivieron 60 años antes que ocurriese el suceso de Ena con su verso en el círculo de Mesala. Cicerón señaló también su peculiar acento en la pronunciación, algo entendible pues la fundación de la Córdoba romana había sucedido hacía solo unas décadas. Los autores cordobeses ganaron pronto fama en aquella Roma republicana.
Épico fue Sextilio, algo irregular según lo que opinaba Séneca El Viejo, pero lo suficientemente talentoso en su elogio ciceroniano como para que quedase en la historia bajo el marchamo de ser, al menos por ahora, el primer poeta cordobés conocido. El fundador de una larga dinastía que sigue creciendo hoy en los versos de jóvenes como Estefanía Cabello, Félix Moyano o Alba Moon. En cuantos en estos días de pandemia se colocan frente a la hoja en blanco en busca del chispazo de la imagen idónea o de la metáfora que todo lo ilumina, incluso la adversidad. Cordobeses y poetas son. Poetas y cordobeses como Sextilio Ena.
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