SOLIDARIDAD
Las mujeres rescatadas del aborto en Córdoba: «Sentí que se movía dentro de mí, lloré y le pedí perdón»
Una mujer que a decidió optar por el aborto cuenta cómo cambió de opinión
La mano tendida a una nueva vida
María, a sus 40 años, no podía imaginar cuando apenas llevaba unos meses en Córdoba después de años trabajando en Cataluña, lejos de su familia, que iba a quedar embarazada. Las probabilidades después de sufrir un cáncer de útero eran mínimas . Había dejado un buen trabajo para huir de una relación y refugiarse con su familia. Y en medio de estos cambios drásticos ocurrió.
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Su formación universitaria de ciencias puras le hizo pensar que no era posible. Nada le cuadraba. Sin pareja, y sin trabajo aún. Vivía con sus padres y a eso se unía el temor por el riesgo de ese embarazo después del cáncer. María cuenta que ya tenía los papeles de la asistente social para ir a una clínica abortista. Pero al día siguiente, su hermana, que le había pedido que siguiera adelante con el embarazo, le dio un folleto de una mesa de rescatadoras de la asociación en defensa de la vida. Cogió el folleto y llamó a uno de los móviles que aparecían. A partir de ahí, vio la vida de otra manera. «Me han devuelto la alegría; mi autoestima. No digo que sea fácil seguir adelante sola, no lo es; pero no me arrepiento ni un sólo día», apostilla.
Horas de conversación y compañía
Al otro lado del móvil estaba María José de Francisco, una psicóloga y rescatadora de la Plataforma Córdoba por el Derecho a la Vida que tras horas de conversación con María le llevó a su casa desde el carrito a la cuna pasando por la canastilla a casa de sus padres. «Cuando ví todo eso pensé pues sí que era verdad que me van a ayudar», cuenta esta futura mamá.
En septiembre nacerá Héctor, porque su bebé será, asegura, como « un príncipe troyano encargado de la defensa de la ciudad frente a Aquiles ». Y es que los médicos lo llaman «el bebé milagro». Su historial médico parecía incompatible con el embarazo.
María relata emocionada, con la voz entrecortada, cómo el primer día que sintió cómo se movía en su barriga comenzó a llorar. « No podía parar de llorar y le pedí perdón a mi hijo », cuenta esta mujer valiente y decidida.
En el whatsapp de la rescatadora María José de Francisco se almacenan desde las primeras ecografías a los cumpleaños de más de una docena de bebés que estuvieron a punto de no nacer en Córdoba. Sus madres, que atravesaban diversas circunstancias personales, se cruzaron con estas «rescatadoras» de la Asociación Por el Derecho a la Vida de Córdoba antes traspasar la puerta de la clínica abortista de la avenida de las Ollerías.
«Ni una sola madre se ha arrepentido de tener a su hijo después de ser rescatada; todas agradecen que estuviéramos allí aquel día; una de esas niñas lleva mi nombre como agradecimiento de sus padres », cuenta a ABC De Francisco, que cree que esto es «lo mejor que le ha pasado en la vida».
«Ni una sola madre se ha arrepentido de tener a su hijo después de ser rescatada; todas agradecen que estuviéramos allí aquel día; una de esas niñas lleva mi nombre como agradecimiento de sus padres»
Una de las últimas de esas ecografías que le ha llegado al whatsapp es de una joven embarazada de Pozoblanco que acudió hace apenas dos meses a una clínica especializada con apenas 21 años, acompañada de su novio y de su futura suegra. Al entrar, una de las rescatadoras le entregó un folleto y le invitó a conversar antes de tomar la decisión de abortar .
Con titubeos, pensó que lo mejor era entrar en la clínica junto a su novio porque no tenían trabajo y eran muy jóvenes, aunque se mostraban apenados. Fuera, la futura suegra continuó conversando con una rescatadora y a su vez llamaron por teléfono a María José de Francisco. «In extremis», tras charlar con esta psicóloga, la futura abuela entendió que lo mejor era ayudar a los jóvenes y corriendo, entró en ese momento en la clínica donde ya estaba en camilla y dio el ‘empujoncito’ que hacía falta para apoyar a esta joven pareja y su nieto, que nacerá en septiembre.
Desde Red Madre, otra ONG que forma parte de la plataforma provida, les ofrecieron desde el cochecito a la cuna pasando por la canastilla, así como ayuda a encontrar trabajo.
Otras llegan en forma de rescate incluso desde las fronteras o de la guardia costera. Es el caso de una joven hondureña que llegó embarazada hasta la Casa de las Adoratrices en El Brillante huyendo de una situación «complicada». El perfil de estas mujeres es de víctimas de trata o prostitución . «Hace 3 años me quedé embarazada de mi hija; nadie me ayudaba, sólo las Adoratrices; ahora mi hija tiene 2 años».