Tortilla del Bar Santos | Una sentencia da la razón a los propietarios y prohíbe el uso de la marca

El conflicto judicial entre el Bar Santos , uno de los negocios con más soleta de Córdoba que se ubica frente a la Mezquita-Catedral y es famoso por su enormes cuñas de tortilla de patata , y la Taberna Bar Santos Córdoba 1966 , que abrió sus puertas en 2018, se ha resuelto. El titular de lo Mercantil número 1 ha sentenciado que el uso de la marca «Bar Santos» pertenece solo y exclusivamente al original.

El fallo, al que ha tenido acceso ABC, declara, estima en su integridad la demanda interpuesta por el despacho profesional en nombre y representación de Francisco Santos Serrano , y declara la nulidad del registro de la marca «Taberna Bar Santos Córdoba 1966», inscrita hasta la fecha a favor de Francisco Palacios Bayón.

Dicha resolución judicial reconoce la notoriedad de la marca «Bar Santos», que Francisco Santos ha venido ostentando desde hace más de 50 años en el establecimiento de su titularidad sito en la Calle Magistral González Francés, número 3 de Córdoba, y que ha adquirido fama y relevancia pública por su especial peculiariedad en la elaboración de la tortilla de patata.

La resolución judicial ordena al señor Palacios al cese inmediato de toda forma de utilización de la marca, así como le prohíbe realizar en el futuro cualesquiera actos consistentes en la utilización de la citada marca.

El conflicto se desencadenó después de que Palacios, quien había estado al frente del Bar Santos original en 2009 en régimen de alquiler, registró la marca «Taberna Bar Santos Córdoba 1966», sin que los arrendadores lo supieran.

En verano de 2018, la familia Santos rescinde el contrato a Palacios quien entonces se lleva la marca que había registrado a otro establecimiento en la Puerta del Puente. Es entonces cuando Francisco Santos lo demanda.

El juez señala en la sentencia que el Bar Santos es una marca renombrada , más que conocida y, como tal, atrae a clientes. «de hecho, un diminuto bar no justifica el precio del arriendo que el propio demandado estuvo pagando durante varios años (casi 6.000 euros al mes), sino es porque tiene algo que lo hace especial».

El hecho de que la utilizara el demandado en su nuevo local ha provocado un evidente «riesgo de confusión» . Según el fallo, el señor Palacios «eligió ese nombre y esa gráfica con la intención obvia de ahcer coicidir su local con la fama y conocimiento del local original. Podía haber elegido, por ejemplo Taberna Bar Palacios, pero escogió el nombre de Santos [...]. Parece absurdo no reconocer que la intención es más que evidente».