PATRIMONIO
Seis cosas que probablemente no sepas de la estatua del Gran Capitán, de Córdoba, en su 95 cumpleaños
ABC repasa curiosidades del monumento: su origen, su coste, su populosa inauguración o la eterna polémica sobre su cabeza
Este jueves , 15 de noviembre, se cumplen 95 años desde que se inauguró en Córdoba la estatua del Gran Capitán . Con motivo de tal efeméride ABC repasa la historia del popular monumento a través de seis aspectos curiosos o llamativos ligados a él, como cuál fue su origen , el coste que tuvo o la polémica eterna sobre su cabeza .
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¿Cuál es el origen del monumento?
La estatua del Gran Capitán , situada en el corazón de Córdoba (la plaza de las Tendillas), cumple este jueves, 15 de noviembre, 95 años . Pero, cuando vio la luz en 1923, tenía ya tras de sí una larga historia . Con motivo de una conferencia pronunciada a finales de 2015, Fuensanta García de la Torre , quien fue directora del Museo de Bellas Artes de Córdoba durante más de tres décadas , advertía de que la iniciativa hundía sus raíces en la primera mitad del siglo XIX. Aseguró que el primer intento partió de la Real Academia de Córdoba en 1842 . Indicó que llegó a haber incluso tres proyectos de Mateo Inurria, quien fue su autor, para el homenaje a esta figura histórica: 1897, 1909 y 1915 , que fue el definitivo.
No en vano, a finales del siglo XIX , en el seno del Ayuntamiento de la capital volvió a surgir el deseo de homenajear al histórico militar. Pero hubo que esperar , según un artículo del historiador y articulista de ABC Córdoba Juan José Primo Jurado publicado en este periódico el 16 de noviembre de 2009, a 1909 para que el proyecto se revitalizara .
Entonces, Antonio García Pérez , cordobés, capitán y profesor de la Academia de Infantería de Toledo , defendió que tuviera lugar en Córdoba el cuarto Centenario de la muerte de Gonzalo Fernández de Córdoba y que se construyera un monumento en su honor. Impulsó diferentes campañas en prensa con estos objetivos.
A principios de 1915 , el Gobierno adjudicó a la capital la celebración de dicho evento , tras pelearlo con Granada. El 13 de febrero del citado año, el alcalde Enríquez Barrios rubricó con Inurria el contrato para la realización de la estatua . Se abrió una suscripción popular para pagar el monumento que no funcionó precisamente bien. Hubo que aguardar hasta el 15 de noviembre de 1923 para que se inaugurara.
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¿Cuánto costó?
Como se ha indicado, para levantar el monumento al Gran Capitán, se inició en 1915 una suscripción popular para lograr 100.000 pesetas para que se pudiera materializar el proyecto.
Fuensanta García , exdirectora del Museo de Bellas Artes de Córdoba, sostuvo en una conferencia que pronunció a finales de 2015 que el coste final fue de 120.940 pesetas . A las 100.000 del autor se unirían algo más de 20.000 para gastos de rehabilitación del entorno, flores y plantas, limosnas de pan y obsequios a soldados.
Eso sí, no fue un trabajo que su autor Mateo Inurria viera pagado en vida . Con motivo de un homenaje organizado en Madrid en noviembre de 1924 tras su muerte (se produjo el 21 de febrero del mismo año), el Ayuntamiento hizo cuentas con sus herederos, según publicaba en ABC el 23 de julio de 2016 el periodista Jesús Cabrera en un artículo de su serie «Córdoba inédita».
En dicho artículo, explicaba que, con motivo del citado homenaje, el Consistorio convocó a la junta organizadora del homenaje a Gran Capitán para «su disolución y el pago de las deudas pendientes de la construcción ».
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¿Cómo fue su inauguración?
El desaparecido Diario de Córdoba contó en su edición del 16 de noviembre de 1923 cómo fue la puesta de largo del monumento dedicado al insigne militar, y tuvo pinta de día grande en la capital.
En su crónica, se indicaba que «podemos asegurar, sin hipérbole, que el acto verificado ayer ha sido uno en que el público ha asistido con más entusiasmo ». «Córdoba entera, los ciudadanos nobles y buenos de la Ciudad Sultana, lanzáronse ayer en las primeras horas de la mañana a la calle para asistir a la fiesta grande , al solemne acto de entregar a la ciudad la estatua del insigne Caudillo cordobés Gonzálo Fernández de Córdoba», recogía este diario.
En la tribuna ocuparon un lugar preferente, continúa el relato de Diario de Córdoba, «Sus Altezas los Infantes don Alfonso y doña María Luisa». De la inauguración, dejó constancia la Filmoteca Nacional en un extenso reportaje que se puede ver pinchando en este enlace .
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¿Ha estado siempre en Las Tendillas?
El monumento dedicado esta histórica figura militar no permaneció demasiado tiempo en su emplazamiento original : la glorieta de la confluencia del Paseo del Gran Capitán con la entonces avenida de Canalejas (hoy Ronda de los Tejares).
Como explicaba el historiador Primo Jurado en el artículo «El Gran Capitán y su monumento» publicado en ABC Córdoba el 15 de noviembre de 2009, al poco tiempo de inaugurarse la estatua, se comprobó que su ubicación dificultaba el tráfico .
Por ello y dado que había surgido un emplazamiento «nuevo e ideal, la Plaza de las Tendillas , entonces de Canovas, el centro emblemático de la nueva Córdoba», en 1927 , relataba Primo Jurado, se produjo el traslado de esta popular escultura a dicha plaza.
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¿Pudo volver a cambiar de ubicación?
La respuesta a la pregunta que titula esta información es: «Sí» . Porque en los compases finales del mandato de Rafael Merino (PP) como alcalde se acometió la remodelación de la plaza de Las Tendillas que le dio la imagen que conocemos actualmente y que se inauguró en mayo de 1999 . Se eliminó el tráfico y la estatua dejó de estar solitaria en el centro.
Eso sí, ése fue el resultado final. Porque el proyecto inicial , elaborado por el arquitecto Gerardo Olivares -padre del cineasta del mismo nombre-, contemplaba devolver la figura de Gonzalo Fernández de Córdoba a la avenida de Gran Capitán y, tras abandonarse la idea del traslado, se planteó cambiarla de ubicación dentro de Las Tendillas, situándola frente a lo que era Pañerías Modernas. Con las dos opciones hubo controversia y se quedó donde estaba .
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¿Su cabeza es la de Lagartijo?
La leyenda popular dice que la cabeza del monumento del Gran Capitán corresponde al torero Lagartijo , primer califa del toreo y gran amigo del autor de esta obra, Mateo Inurria.
Sin embargo, no es así. El historiador Juan José Primo Jurado sostiene que « nada es más lejano de la realidad , pues Inurria no habría consentido semejante pastiche». «En el Museo de Bellas Artes, está expuesta la cabeza en bronce de ese diestro, obra también de Inurria, y puede comprobarse que son diferentes», alega. Es una tesis que defienden otros expertos, como Fuensanta García de la Torre , quien fue directora precisamente del Museo de Bellas Artes de Córdoba durante más de tres décadas.
En cuanto al hecho de que la figura esté realizada en bronce , a excepción de la cabeza de mármol blanco, Primo Jurado indica que es «para contrastar y dar más expresión».