Coronavirus Córdoba
La segunda dosis, en las residencias de Córdoba: «Ayer cumplí años. La vacuna es el mejor regalo de mi vida»
La segunda ronda del proceso de inmunización arranca en el geriátrico de Nuestra Señora de los Dolores
La Junta ordena el cierre perimetral de Córdoba capital y otros ocho municipios de la provincia
Otra jornada histórica en la lucha contra la pandemia en Córdoba , y no han abundado hasta ahora las que tuvieran signo positivo. Hoy, 19 de enero, quienes viven en residencias de mayores y quienes trabajan en ellas , han empezado a recibir la segunda dosis de la vacuna contra el Covid , lo que completa el proceso de inmunización. Esta nueva ronda ha arrancado en el asilo Nuestra Señora de los Dolores de la capital.
La jornada ha sido de fiesta en este geriátrico -estos complejos residenciales han sido especialmente castigados por la pandemia, aunque en Nuestra Señora de los Dolores sólo ha habido un caso-, como lo reflejaba, vía telefónica, una de sus residentes, Manuela García, de 85 años . «Estamos tranquilas , deseando que nos la pusieran. Estamos muy contentos en todas las residencias», confiesa. Y muestra su confianza en que, por la vía de las vacunas, « terminemos con este virus que tantos estragos ha causado ».
Apunta que ayer cumplió años y que « la inyección creo que ha sido el mejor regalo de mi vida ». Afirma que la vacunación también hará que «vea a los míos con más tranquilidad» . «En estos momentos, los estoy viendo por una ventana, y después de esto, podrán entrar», augura mientras se detiene a explicar que tiene una hija en Acpacys (Asociación Cordobesa de Parálisis Cerebral y otras afecciones similares), a la que «hace casi un año que no veo . A ella, ya le han puesto la primera vacuna». Y espera que puedan volver a verse pronto.
Manuela concluye animando «por supuesto» a la ciudadanía en general a que se ponga la vacuna cuando les llegue su turno. «Es la forma de vencer esto», sentencia y explica que a ella únicamente le «dolió el brazo un poco» con la primera dosis, pero «hoy no me duele».
Con el mano libres puesto, entra en la conversación María Jiménez , también de 85 años . « Yo me encuentro bien », dice al periodista a las primeras de cambio. Y añade: «Esto es un gran alivio , porque es de lo que tenía ganas [dice en alusión a la inmunización]». «Yo no salgo, pero, si lo hiciera, así podría ir a la calles sin esta cosa que tenemos [en referencia al Covid]», asegura.
Insiste en que está «muy contenta». Hasta el punto de que, desvela, « me he echado un bailecito para celebrarlo », comenta jovial María.
La hermana Isabel Olvera , trabajadora en la residencia y directora del grupo de coordinación de las residencias de las hermanas de la Consolación (tienen distintos centros en España), afirma que les han empezado a administrar la segunda dosis sobre las 9.45 horas y a las 11.00 habían concluido . En el asilo de Nuestra Señora de los Dolores son 67 residentes, 36 trabajadores y siete hermanas. Olvera ha señalado que han querido vacunarse «el 99,9%».
Ha explicado que en ambas jornadas el proceso de inmunización se ha desarrollado «con normalidad» y que con la administración de la primera dosis no hubo efectos secundarios.
«L o de hoy son muy buenas noticias . Ya está bien de malas noticias », ha asegurado Olvera. «Estábamos deseando que llegara la segunda vacuna. No hemos tenido nada más que un caso, pero hemos sufrido mucha tensión por proteger a nuestros mayores . Los trabajadores se han multiplicado y los mayores lo han llevado bien. Son de admirar», cuenta, con la mirada puesta en ir recuperando su anterior forma de trabajo, sin tantas restricciones, para, por ejemplo, recuperar determinadas actividades con los mayores.
Residencia de la Santísima Trinidad
La segunda dosis después ha llegado a la residencia de la Santísima Trinidad . Una vez terminadas las inyecciones, su directora, Lourdes Castro, ha explicado que allí son 42 trabajadores y 54 residentes. Y sólo uno ha declinado inmunizarse. Afirma que haber recibido la vacuna supone «una tranquilidad» porque, aunque no han tenido ningún caso, la pandemia ha sido para este geriátrico un periodo «durísimo, de mucho miedo, incertidumbre y cambios». Asegura que sus mayores han vivido con «muchísima alegría» la vacunación, «motivados por el reencuentro» con sus familias.
Y la voz de uno de sus residentes , Carmelo García , de 80 años, corrobora las palabras de Castro. « Estoy contento, muy contento . Ahora, tengo tranquilidad para volver a ver a mi familia», afirma Carmelo. Añade que con la primera dosis no tuvo efectos secundarios ni ayer tampoco: «Estoy bien». Concluye animando al resto de la sociedad, cuando llegue su turno, a que se inmunicen, porque es «una garantía para que esto se acabe».
Noticias relacionadas