Segunda derrota consecutiva a domicilio

El Córdoba le ha perdido el gusto a viajar. Las dos últimas aventuras lejos de El Arcángel terminaron en desastre para los hombres de José Luis Oltra, que hace apenas un mes presumían de ser uno de los conjuntos más fiables de la categoría a domicilio.

A la derrota de Vitoria, frente al Alavés, sumó el conjunto blanquiverde un nuevo tropiezo en Albacete. Con el liderato en la mano llegó este último, aunque la posición clasificatoria no debería impedir que el equipo saque conclusiones del partido. De momento, de las tres ocasiones que había hincado el Córdoba la rodilla obtuvo alguna enseñanza .

De las primeras -Leganés y Alcorcón- aprendió que tenía cambiar su estilo de juego -o decantarse por uno- . De la de Mendizorroza, que atrincherarse y regalar 45 minutos a un rival suele traer malas consecuencias . Y de la de Albacete, que sólo de galones y calidad no se puede vivir en Segunda.

Al talento hay que sumarle acierto, cosa de la que careció el Córdoba en ataque. Generó ocasiones con facilidad, pero las desperdició por falta de puntería. Atrás, los fallos resultaron decisivos: dos goles más que evitables del Albacete y otro que, tras no producirse, debió canjearse por una tarjeta roja para Razak. El árbitro respetó al líder pero no evitó la derrota de los blanquiverdes.

El equipo, quizá relajado desde su trono en lo más alto de la tabla, regresó relajado de los vestuarios. Un pecado capital que castigó el Albacete. La última lección tuvo que repasarla -volvió a suspenderla- el Córdoba con el marcador en contra. Pese a que ya remontó frente al Numancia, el cuadro de Oltra demuestra limitaciones muy preocupantes cuando tiene que asumir el protagonismo del juego . Tendrá que mejorarlas cuanto antes para seguir mucho tiempo arriba y cortar la primera racha negativa a domicilio de la temporada.