El Norte del Sur
Los santos inocentes
Hay colas en los centros de salud de gente asustada que no sabe si su moqueo es gripe o un coronavirus de libro
Que levante la mano quien no conozca a uno de ellos . A uno de esos seres humanos tan previsores siempre que igual que supieron en su momento adelantarse a los tiempos y al riesgo, al peligro, a la devastación y encontraron la farmacia exacta en la que las mascarillas estaban al mejor precio y no faltaban antes de que el pueblo decretara el estado de pánico, pues ahora, qué digo ahora cuando lo que quiero decir en verdad es hace semanas porque ellos vieron antes que nadie por dónde iban a andar las cosas, pues sigo con estos mismos seres humanos han logrado aprovisionarse con una anticipación de estadistas de test de antígenos hasta dejar los mostradores de las boticas sin existencias .
«Tengo veinte en mi mesilla de noche , no sabe uno cuándo le van a hacer falta», leí el otro día en un grupo de ‘whatsapp’, ese engendro diabólico de la comunicación (?) postmoderna. Esas cajitas con palitos para metérselos por la nariz o por la boca son el pasaporte Covid doméstico . En los despachos de medicamentos de Córdoba cuelgan carteles que advierten de que no hay autopruebas disponibles , ni en estos momentos ni se sabe cuándo. «Si quiere siga buscando, pero le digo yo que lo lleva crudo», me puso en mi sitio una empleada de una farmacia hará un par de días.
Estos seres humanos, los adelantados a su tiempo , han vuelto cinco veces del sitio al que el presidente del Gobierno dice que va a ir. Un artista este hombre , que convoca a los barones autónomicos en la mismita víspera de la Navidad para ver cómo se puede atajar el problema de la inflación de contagios . Para entonces, para cuando la charla patriótica del líder, mi vecina de abajo ya se había provisto de unidades de sobra de los kits para tomarse las uvas en familia sin correr más riesgos de lo necesario. La cosa está mal y peor que se va a poner. Las colas en los centros de salud de gente asustada que no sabe si su moqueo es de la gripe de la temporada o de un coronavirus de libro les van a dar las Navidades a quienes a estas horas quizás no deberían de estar haciendo otra cosa que celebrar satisfechos el éxito rotundo e indiscutible y el prodigio logístico del año de la campaña de vacunación que se cumple justamente en estas horas. La gente tiene miedo . Otra vez . Y con razón .
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