San Pancracio se muda a Santa Marina

Los devotos de San Pancracio ya no tienen que dirigirse al Convento de Santa Isabel de Los Ángeles para venerar a la imagen, ya que su nueva ubicación es la cercana iglesia de Santa Marina. Así lo confirmó ayer a ABC el párroco del citado templo situado en la plaza del mismo nombre, Manuel Montilla , quien informó de que el traslado del santo se produjo en la tarde del pasado jueves.

Hay que recordar que la figura de San Pancracio siempre ha estado presente en la iglesia anexa al convento habitado por las monjas clarisas hasta mediados del pasado año. Fue entonces cuando se produjo su cierre debido a la falta de vocaciones religiosas en los últimos años en esa orden religiosa, según explicó en su momento el Obispado. Sin embargo, la apertura los miércoles desde primera de la mañana de la iglesia situada dentro del convento para reverenciar a la imagen continuó hasta esta semana cuando se produjo el traslado a la parroquia de Santa Marina.

Montilla defendió que la decisión de cambiar la ubicación de la advocación de San Pancracio, que representa a un mártir del siglo IV asesinado por no renunciar a su fe cristiana, es « la mejor solución para sus devotos una vez que las monjas ya no están en el convento, puesto que a partir de ahora se les da la oportunidad de verle todos los días de la semana en lugar de sólo los miércoles».

El párroco detalló que la imagen, a la que se le suele pedir trabajo y salud , ha sido colocada en un lado de la puerta principal de la iglesia para que las visitas al santo no interrumpan con excesivo ruido las celebraciones y otras actividades que tengan lugar en el templo, así como para facilitar la entrada y la salida de los devotos y de los feligreses.

Mientras tanto, sigue el proceso de venta del Convento de Santa Isabel, que data de finales del siglo XV una vez que éste ha quedado deshabitado. El pasado mes se conoció el interés de un grupo inversor para abrir un hotel de gama alta en la zona de Santa Marina. Las clarisas escucharon ofertas, pero el Obispado mostró su rechazo a la operación. Fue la Santa Sede la que dio el plácet a la operación .