CULTURA

Sáenz de Santamaría, el sello cordobés de un pabellón en la Exposición Universal del 29

Murió hace 50 años con obras como la pérgola de la Victoria, el cine Lucano o el colegio La Aduana

Pabellón de la Exposión Iberoamericana del 29 obra de Sáenz de Santamaria ABC

Félix Ruiz Cardador

Un día de Navidad de 1968, hace ahora justo medio siglo, fallecía en Córdoba el arquitecto Carlos Sáenz de Santamaría de los Ríos . Figura indiscutible del oficio durante varias décadas, dejó un ingente legado. Aunque una calle lo recuerda, no ha sido objeto sin embargo este profesional de una monografía a la atura de su obra y de su potente aliento creador, algo demasiado común en la arquitectura cordobesa. Aún así, profesores como el sevillano Víctor Pérez Escolano, que lo considera clave en la evolución arquitectónica de la ciudad, o el cordobés Francisco Daroca se han centrado en ocasiones en su obra. Al igual que la profesora de la Universidad de Granada María Luisa Bellido Gant , autora de un extenso y pormenorizado artículo sobre el arquitecto y su diseño del pabellón de Córdoba en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, del que aún se puede ver una réplica de la inconfundible torre de la parroquia San Nicolás de la Villa.

Lo que se deduce de estos trabajos es la enorme vocación de Sáenz de Santamaría , que comenzó a trabajar en la ciudad en los años 20 y siguió en activo hasta el final de su vida. Cuatro décadas de profusa labor que dieron para mucho y que marcan hoy el día a día de los cordobeses, pues son abundantes los edificios que llevan su firma. También barriadas enteras como la de Fray Albino y la de Cañero, realizadas en su condición de arquitecto de la diócesis y con el impulso inicial del propio Fray Albino. A Sáenz de Santamaría le dio tiempo de hecho a vivir el tránsito hacia el Movimiento Moderno y se le considera precursor del racionalismo en la ciudad junto a profesionales de la talla de Rafael de La-Hoz Saldaña -padre de De La-Hoz Arderius y abuelo de De La-Hoz Castanys- o de Secundino Zuazo.

Los primeros datos que se tienen de su trabajo en Córdoba datan de los años 20, ya que en 1926, bajo la dictadura de Miguel Primo de Rivera, consiguió plaza como arquitecto municipal . En esa etapa histórica comenzó a diseñar la Pérgola de los Jardines de la Victoria o del jardín del Compás de San Francisco . También hizo el planteamiento de la Cruz del Rastro o la pavimentación de los alrededores de la Mezquita y la reforma de la Puerta del Puente. Y, por supuesto, del Pabellón de la Expo del 29 , que fue uno de los pocos permanentes tras su conclusión aunque fuese derruido en gran parte en la década de 1960.

Sáenz de Santamaría comenzó a trabajar también más tarde para la Diócesis de Córdoba. A los barrios se unieron varios templos, como la iglesia del Carmen de Cardeña, la de los Dominicos de Doña Mencía o los trabajos de ampliación que realizó en San Pedro de Cardeña. En este apartado está el colegio de la Aduana, que se construyó como noviciado de la Compañía de Jesús y que también ha sufrido en ocasiones durante los últimos años el desdén administrativo y el vandalismo que suele cebarse con los edificios que caen en el olvido.

Hay que sumar no pocos edificios privados en algunas de las vías más importantes de la ciudad. Bloques en Las Tendillas, en Cruz Conde, en Colón y también en chalet Pilar de San Antonio, en la avenida del Brillante. O el edificio de Seguros Aurora en Gran Capitán, o los cines Osio y Lucano...

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