Sáenz de Santamaría, en Córdoba: «Mañana, votad en libertad; luego, todos unidos»

La unidad entre los afiliados al Partido Popular tras este proceso para elegir a la persona que ocupará la Presidencia y las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez son el eje central del discurso de la candidata Soraya Sáenz de Santamaría en sus últimas horas de campaña antes de la votación de este jueves. La ex vicepresidenta del Gobierno ha realizado este miércoles en el Colegio de Arquitectos de Córdoba un acto con militantes para explicarles su proyecto.

«No me escucharéis hablar mal de ningún compañero y terminaré la campaña sin haber criticado a nadie», ha dicho la que se alza como una de las favoritas para ser nueva presidenta del PP y candidata a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Tras este proceso de debate interno deberá llegar la unidad entre todos: «Mañana votad en libertad , luego todos tenemos que estar unidos».

Su proyecto al frente del PP pasa por ahondar en las señas de identidad de la formación, que son «la defensa de la libertad y de la igualdad de oportunidades », pero también el carácter « reformista » del partido, que tiene vocación de «cambiar las cosas» para mejorarlas. También quiere crear órganos para que los afiliados, para demostrar que el PP «está en cada sede de cada lugar de España, y no sólo en Madrid».

Insistió en su defensa de la unidad de España, que realizan incluso fuera del Gobierno, y por eso puso como ejemplo al ex ministro de Defensa Pedro Morenés , ahora embajador en los Estados Unidos, y su enfrentamiento con el presidente de la Generalitat de Cataluña , Quim Torra .

Sus críticas se dirigieron con dureza contra Pedro Sánchez, al que reprochó el acercamiento de presos de ETA al País Vasco y de los dirigentes encarcelados por el «procés» a Cataluña. «Le han puesto a tripular un Boeing 747 sin haberse sentado antes a los mandos de una avioneta», dijo Soraya Sáenz de Santamaría. Contra eso quiere crear «el mejor PP» para ponerse al frente de España, aunque espera que en una situación menos desesperada que en 1996 y 2011. «A ver si alguna vez podemos gobernar con algo de dinero», dijo.