FILOLOGÍA

¿Sabes qué significa en Córdoba «ir cantimploro»?

El «Diccionario del habla cordobesa» recoge ejemplos de léxico autóctono de los distintos municipios

Un grupo de hombres de edad avanzada en las Tendillas VALERIO MERINO

IRENE CONTRERAS

Cada territorio tiene un léxico y unos dichos autóctonos que lo diferencian de sus vecinos. Voces heredadas de generaciones anteriores que se mantienen como bastiones de la identidad de los pueblos en los imparables tiempos de la globalización. En su « Diccionario del habla cordobesa », el filólogo Alberto Díaz-Villaseñor compila centenares de estas expresiones típicas que, fuera de las fronteras de uno u otro municipio, pueden sonar a chino.

Hay palabras que están indisolublemente asociadas a Córdoba como « pego », « fartusco », « chominá », « ehcamondar » o la sonora « sipote ». Son conceptos que quizás no se entiendan más al Norte de Despeñaperros pero se asumen y se repiten desde Benamejí a Hinojosa, de Palma del Río a Cañete de las Torres. Sin embargo, quizás un forastero no sepa lo que un montalbeño quiere decir cuando afirma que alguien va « a barba regá », una expresión que significa que esa persona acostumbra a comer o beber «de gratis», sin intención de pagar por ello. Lo que también se conoce como « tené mah cara quer santo La Rambla ».

En la capital, es típico acordarse del «guardia der Realeho» cuando no se desea hacer algo: « Eso lo va a hacer el guardia der Realeho ». También puede causar perplejidad fuera de las fronteras de Montoro que lo definan a uno como « bicho que le picó ar tren », pero los lugareños podrán explicar al confuso visitante que se le considera una persona con malas intenciones, que no es de fiar. En Cabra, se dice de alguien con aires de grandeza que esa persona tiene «alúa» .

En el Valle de los Pedroches, más de uno se ha puesto « cantimploro » entre platito y platito de jamón ibérico por abusar del vino más de la cuenta. Si ha llegado a casa mareado, quizás haya tenido que « hacer filigrana » para no levantar sospechas. Otras expresiones hunden sus raíces en la tradición rural, como es el caso de Montilla y su « ehtá el sol a miragallina », que alude a la hora en que acaba la jornada laboral, coincidiendo con la hora a la que las gallinas se van a dormir.

En Añora, cuando un lugar está hasta arriba de gente se dice que está como « la olla Dioh sin cobertera » mientras que en Belmez, según Díaz-Villaseñor, al individuo que no puede parar quieto se le dice que « peé en botiha ». Curiosamente, la misma expresión que, en Hinojosa del Duque, se utiliza para decir que algo está fuera de lugar.

¿Sabes qué significa en Córdoba «ir cantimploro»?

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