Rafael González - LA CERA QUE ARDE

A dos ruedas

Se conduce como se vive o gobierna. Tengan cuidado, pues.

Calle Cruz Conde VALERIO MERINO

Según algunos testigos presenciales , el muchacho tomó la curva encarando la carretera de Castro de manera tan precipitada que se puso a dos ruedas antes de comerse un autobús y medio de Aucorsa. Así, de costado. Cosas que pasan. Yo me encontré con la movida minutos más tarde y la verdad es que impresiona ver tanta gente que ejerce de perito, periodista y juez en un escenario de esas características. Tenemos las generaciones más preparadas de la historia de España y eso se nota en el número de testigos expertos en accidentes o en el cambio de la nomenclatura de las calles que se va a llevar a cabo: esta ciudad está llena de licenciados en Historia . Pero a lo que voy.

El muchacho en cuestión parece ser que salió despedido junto el copiloto y eso les salvó la vida aunque cayeran cerca de un kebab . El resto de heridos -seres humanos viajeros de Aucorsa y un conductor del bus- resultaron afectados de manera leve y a fecha de hoy pueden seguir leyendo el ABC sin problemas . Nos alegra.

Sin entrar en detalles del hecho o suceso, y sin querer opinar sobre algo que estará en proceso de peritaje técnico y judicial, sí quiero apuntar que me preocupa sobremanera la enormidad de automóviles de alta gama, marca alemana y potencia caballar de varios cilindros que han proliferado en barrios populares como el mío, conducidos por chicos con gorra y calzoncillos por los sobacos . Cierto es que el código de la circulación no señala nada sobre a qué altura deben estar las gomillas de unos gayumbos en el conductor, pero esto es síntoma, si éstas llegan a la altura de la gorra, de que el conductor utiliza ese y otros gestos semióticos para pilotar como si no hubiese un mañana, ni autobuses de Aucorsa por su correspondiente carril derecho. E incluso peatones y señores que conducen bien.

De dónde sacan la pasta para esos bugas alemanes es un misterio -o no- porque con algunos he coincidido en la cola del paro del Barrio del Guadalquivir (yo es que soy un desclasado y también he conocido el desempleo de numerito y turno), pero lo que realmente es misterioso es como se les ha autorizado administrativamente a conducir. De hecho, cómo o de qué manera estos seres con gorra y deportivas airmax Wallas han conseguido entender un test para un examen es un misterio mayor, dado que, aun siendo de la generación-más-preparada-de-la- historia-de-España y churumbeles herederos de la Andalucía-imparable-sin-productos-azucarados, cometen imprudencias a diario como la de poner un coche a dos ruedas, a 160 , en una calzada interurbana de barrio. En el derecho a votar no entro, pero quiero recordar que también pueden meter papeletas en una urna y todo.

Tantos controles de alcoholemia y yo propongo que, por favor, se hagan controles de reguetón , que también es un sustancia sonora que señala que la juventud puede estar intoxicada. Esa juventud a la que le cuenta que Cruz Conde fue un ogro franquista y se quedan con cara de tronista porque no saben ni qué coche lleva Cruz Conde ni qué es un ogro. Lo que aprovechan los concejales más espabilados para hacer política rasante a dos ruedas y cambiarles la nomenclatura al callejero mientras escriben tuits para justificar su sueldo.

A dos ruedas

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