Religión

Rouco Varela señala al Concilio Vaticano II como el origen del actual concepto de familia

El arzobispo emérito de Madrid abre la XXII Semana de la Familia que organiza el Obispado cordobés

Antonio Rouco Varela a su lleada al Palacio del Obispado Valerio Merino

Javier Martínez

Para entender la exhortación apostólica post-sinodal del Papa Francisco « Amoris laetitia », sobre el amor en la familia, no hay que perder de vista el efecto que tuvo en su momento el Concilio Vaticano II , que en 1962 dio un vuelco al concepto de matrimonio y es el que ha llegado hasta la actualidad. Ese fue el mensaje clave, ayer por la noche en el salón de actos del Obispado, de la charla del cardenal arzobispo emérito de Madrid Antonio Rouco Varela para abrir los actos de la Semana de la Familia que el Obispado viene celebrando desde hace 22 años.

El expresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), de hecho, departió sobre «Matrimonio y familia en el Concilio Vaticano II. 50 años después». Ofreció un panorama desolador sobre el contexto en el que se desarrolló aquel punto de inflexión para la doctrina de la fe cristina y que no fue otro que la Segunda Guerra Mundial «que tuvo un efecto devastador sobre el concepto de matrimonio, por la cantidad de desplazados que produjo, de movimiento de tropas y muertos que generaron un buen número de familias desestructuradas y separadas y que generó dudas sobre el sentido de la vida y de la familia».

De hecho, hasta entonces el matrimonio se veía como un modo de procrear, de ayuda mutua entre los esposos y para evitar pecados , «pero el concepto de amor no estaba catalogado en esa terna, y a partir de entonces se pone la luz en el amor como base y esencia del matrimonio, que deja de verse como un contrato y se entiende ya como una unión de vidas en cuerpo y alma ».

De hecho, según Rouco Varela, el Concilio supuso una entrada «a fondo» en la revisión de la familia , pero sin contradecir su origen en las Escrituras, o lo que es lo mismo, «se obtiene una visión renovada de la doctrina de la fe » capaz de arrostrar las presiones que se ejercieron a nivel social y político para que se separaran los conceptos de matrimonio y familia o procreación.

«Tuvieron que hacer frente a las presiones intensas de las líneas abortistas y divorcistas de entonces, que consideraban que la indisolubilidad del sacramento no venía exigido con el amor matrimonial y que si venía un hijo molesto no se le dejara nacer», señaló el prelado en su alocución.

Todo ello «es necesario tenerlo en cuenta para entender la actual Amoris laeticia del Papa Francisco, quien al principio deja bien claro que no cambia para nada la doctrina de la Iglesia ni la tradición de la fe».

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