POLÍTICA
Rosa Aguilar o el instinto de supervivencia político
Lo ha vuelto a hacer: la exalcaldesa encadena su tercera consejería de la Junta, ahora al frente de Justicia

La capacidad de Rosa Aguilar para sobrevivir en el mundo de la política es inagotable. Ella siempre parece que pasaba por allí, justo por el lugar en el que se deciden los cargos y se le ponen nombres a los titulares de las responsabilidades públicas. Esta semana ha vuelto a ocurrir: la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha remodelado su gabinete y entre las bajas no se encontraba -¿alguien es capaz de sorprenderse?- la exalcaldesa de Córdoba.
Como entre sus virtudes también se halla la multidisciplinariedad, la encomienda que ha recibido de Díaz es ponerse ahora al frente de la Consejería de Justicia. Ironías aparte, su formación como abogada y su experiencia como letrada laboralista antes de dar el salto profesional a la política en los ochenta en Córdoba pueden venirle muy bien. Con éste, Aguilar suma tres puestos de máxima responsabilidad en consejerías de la administración autómica: ya ha sido titular de Obras Públicas y de Cultura.

El resto de la historia es bien conocida por reciente: Rosa Aguilar permaneció en la Alcaldía hasta 2009 con una suerte irregular en las urnas pero suficiente para mantenerse en el poder mediante acuerdos más o menos estables con el Partido Socialista, que entonces era un aliado y ahora es su casa.