CABRA
La romería de la Virgen atrae a cada vez más visitantes del entorno
Más de mil fieles se congregaron en el Picacho con motivo de la CIII Romería de Votos y Promesas
No había hecho más que despuntar el alba cuando un grupo de peregrinos, callado en mano, enfilaban las cuestas angostas de un camino que conduce desde la milenaria Egabro hasta el Picacho donde la Virgen de la Sierra tiene su morada. Horas antes, en la víspera de la festividad del tránsito de Santa María y su Ascensión a los cielos, eran muchos los devotos que se congregaban en la cima del monte conocido desde antiguo como « Simblia » en el que se alza el Santuario, para asistir al rezo del Santo Rosario y la Bendición de los Campos que desde hace pocos años se realiza desde el mirador en el que se divisa la Campiña y la Subbética.
Son muchos los devotos que este año se animaban a caminar hacia el encuentro de la Serrana con motivo de la CIII Romería de Votos y Promesas, aprovechando las horas más tempranas para evitar el calor y así llegar a la primera de las Eucaristías que acontecieron a lo largo de la mañana. Es más, en la primera de ellas, dedicada expresamente a los peregrinos, acudieron los campanilleros de la vecina localidad de Luque quienes honraron con sus cánticos a la Señora.
Tachonado de nardos
Tras un descanso comenzó la segunda de las misas, ambas presididas por el Consiliario de la Real Archicofradía, Zacarías Romero, que fue precedida de la procesión de la Patrona por los alrededores del Santuario . Desde el día anterior la Señora lucía esplendorosa en un altar en el que no faltaron los nardos y otras insignias características como el estandarte o la bandera que formarían parte del cortejo de la procesión.
Bajo sus plateadas andas de viaje la imagen lucía un manto y saya de tisú blanco con antiguos bordados que fue regalado por dos hermanas devotas que fallecieron hace escasas fechas, engalanada por destacadas joyas como el rostrillo y pecherín de oro y esmeraldas y el corazón que estrenó en octubre pasado para la clausura del Año Jubilar . Cabe destacar la cantidad de personas -más de un millar- que se concentraron en el Picacho por la Romería, buena parte de ellos foráneos procedentes de poblaciones vecinas.