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Romanidad

El Ayuntamiento ha dejado pasar una celebración que festeja por el mundo el legado de la antigua Roma

El Templo Romano es lo más representativo del legado de la antigua Roma en Córdoba RAFAEL CARMONA
Natividad Gavira

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Hubo un tiempo en que los concejales de cultura y de turismo tenían verdadero celo por mostrar el legado Romano cordobés como acicate de atracción y conocimiento, con permiso de la Córdoba califal deslumbrante. Un producto visible en el puente y templo romano, por poner solo dos ejemplos, que ha perdido la oportunidad hace cuatro días de impulsar su visibilidad internacional.

Acaba de celebrarse el Día de la Romanidad , un día en el calendario que entiende que Roma fue el hilo que hilvanó territorios dispares en tres continentes y transfiguró el pensamiento de varias centurias. En esta ocasión, el Ayuntamiento , tan decidido para los reconocimientos que tengan que ver con el paso de civilizaciones por nuestro suelo, ha dejado pasar una celebración que Santiponce , provincia de Sevilla , ha aprovechado para reivindicar a la Unesco la declaración como Patrimonio de la Humanidad para la antigua ciudad romana de Itálica . Es innegable la categoría de este legado como lo es el de Córdoba , donde la civilización romana dejó parte de su ingeniería, sus monumentos y modos y costumbres domésticos que aún perviven. Aquí hemos permanecidos silentes.

Desde este cuatro de septiembre se celebra el Día de la Romanidad para recordarnos que África, Europa y Oriente Próximo no se entienden sin su pasado romano. Córdoba fue colonia patricia y en la actualidad esa influencia cultural prefiere ser ignorada en días como los de esta semana, que sirven además para subrayar simbólicamente las consecuencias de la vida común latina fraguada por los romanos en todo el Mediterráneo .

Este día se presenta como una jornada sin nostalgia, sin carga reivindicativa. Se trata de festejar el tronco común del que parten raíces de tres continentes; la entidad que impulsa la jornada buscaba que en las localidades donde el legado romano sea incuestionable, se hicieran actividades populares y académicas a fin de refrescar nuestro sentido de pertenencia a una cultura y sumar conocimientos entre la gente. A veces, no se trata de organizar un congreso internacional , sino buscar fórmulas de identificación de la sociedad con su pasado, observar las huellas presentes en sus días y celebrar ser los depositarios de influencias remotas .

Esta misma semana ha quedado demostrado que la cultura es también munición política, ingrediente tuitero entre el consejero de Cultura y el líder de Ciudadanos a cuenta de Medina Azahara , que sirvió para mostrar la distancia de la Junta impostada con Rivera , después de que su partido retirara el apoyo a Susana Díaz . La cultura debería estar exenta de solapamientos ideológicos y servir de amalgama para la verdadera igualdad de oportunidades. En estos días se ha privado a la ciudad de una oportunidad de zambullirse en un pasado del que hemos heredado el espíritu de oradores y poetas , el origen de nuestra tradición vinícola y ciertas maneras de diversión y fiesta. Poner sordina al Día de la Romanidad no parece apropiado para un Ayuntamiento que cierra compuertas a la unicidad, que apela con ansiedad a la constatada diversidad cultural de esta tierra.

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