Ricardo Iniesta, director de la compañía Atalaya: «El teatro tiene que hacer pensar»

La Feria de Teatro del Sur arrancó el martes en Palma del Río con seis propuestas escénicas de corte contemporáneo. Entre los encargados de dar el pistoletazo de salida a cuatro días de dramaturgia estuvieron unos viejos conocidos del festival, la compañía Atalaya . Su director, Ricardo Iniesta , cree que el teatro no puede perder su componente de agitación social. Desde las tablas hay que provocar al espectador para que su papel no sea sólo contemplativo. «El teatro tiene que agitar conciencias y hacer pensar», defiende.

La compañía Atalaya ha visto crecer la Feria de Teatro de Palma del Río desde dentro. El nacimiento del festival coincidió en el tiempo con la fundación de la compañía, hace unos 34 años. «Entonces éramos más jóvenes e inexpertos, pero mantenemos las mismas ganas y el mismo impulso », afirma. Considera que el certamen ha ganado en prestigio y aunque los años de crisis han sido duros, ha sido fuerte a la hora de resistir los golpes.

Ayer presentaron « Marat/Sade », su particular revisión de la obra del dramaturgo Peter Weiss , en la que enfrenta dos ideas contrapuestas sobre la revolución: el individualismo, representado por el Marqués de Sade , frente a la colectividad, que tiene como referente al jacobino Jean Paul Marat . Un potente mensaje político que se desliza en el contexto de la Revolución Francesa pero que, asegura, le viene bien a los tiempos que corren. «Con esta obra, Weiss lanzó, hace más de medio siglo, una consigna clave sobre la desigualdad social ». A su juicio, la sociedad es cada vez más Marat y menos Sade. Y lo celebra.

La mirada vanguardista que ofrece este festival de teatro no está reñida con la reivindicación de los grandes autores clásicos. No hace falta trasladarse a la antigua Grecia. Lorca, Miguel Hernández, el propio Weiss, representan para Iniesta la demostración de que es posible sobrevivir a los tiempos. «En los clásicos es donde está la esencia del teatro y de la verdad escénica. Mientras que los autores de hoy van quedando en el olvido tras pasar sus vidas, los clásicos sobreviven a los siglos . Algunos incluso sobreviven a los milenios».