Revalorización de las pensiones
Unos 155.000 pensionistas cordobeses cobrarán un 4,1% o un 4,6% más a partir de enero próximo
Un jubilado percibe actualmente en la provincia de media 985 euros y en 2022 pasará a percibir 1.026, 41 más
Expertos de la UCO y Loyola inciden en la necesidad de adoptar medidas para garantizar la viabilidad del sistema
Los pensionistas de la provincia de Córdoba , como los de todo el país, cobrarán en 2022 un 4,1% más o un 4,6% -ésa es la previsión porque el IPC definitivo se sabrá este mes -. Tomando el paquete principal de este colectivo, los que reciben percepciones contributivas (relacionadas con las cotizaciones a la Seguridad Social), serán 154.764, a fecha 1 de noviembre, los cordobeses que se beneficien del citado aumento de ingresos (puede haber una minúscula cantidad que se queden en el 2,5% ó 3%), que llega en un momento en el que el coste de la vida, y sobre todo de la electricidad y los carburantes, va al alza.
La subida se debe a dos factores . En 2022 , el Gobierno central empezará a aplicar el nuevo modelo de revalorización , que se basa en la media anual del IPC del año anterior -si éste es negativo, no bajan las pensiones-. Ésta es de un aumento del 2,5% (dato provisional, y muy lejano del alza interanual de la inflación a fecha de noviembre: 5,6%) que afectará a la mayoría de este colectivo. Pero, además, el Ejecutivo en los Presupuestos del Estado, aún en tramitación, recoge que las pensiones contributivas mínimas se eleven un 3% .
Antes de aplicar esos incrementos , la base de las pensiones tiene que crecer por la desviación del IPC respecto a lo que se subieron en 2021 : la inflación ha crecido el citado 2,5%, pero lo que cobra este colectivo se elevó un 0,9%. Por ese desvío del 1,6%, recibirán, en principio en enero, una ‘paguilla’ de compensación en un abono único -es el último año que se da por el cambio de modelo- por lo dejado de percibir en 2021 y, además, su ‘nómina’ sube el citado 1,6% a fecha de 1 de enero de 2022 .
Se puede ver el impacto con un caso práctico. En la categoría de pensiones de jubilación (en las contributivas, además, están las de incapacidad permanente; viudedad; orfandad y a favor de familiares), lo que recibe ahora de media un cordobés son 985,5 euros mensuales . Aparte de cobrar la ‘paguilla’ (un pago de unos 221 euros), el descuadre con el IPC medio anual de 2021 lleva a aplicar un 1,6% más, con lo que pasaría a 1001,3 euros . A esa cifra, al no ser pensión mínima, se le añadiría el referido aumento del 2,5% y lo que recibirá un jubilado se quedaría en 1.026,3 euros , lo que supone el reseñado 4,1% más al percibir casi 41 más.
La Seguridad Social no ofrece detalle de cuántos cordobeses reciben pensiones mínimas contributivas , que suben un 3%. El Instituto BBVA de Pensiones en un artículo pone ejemplos de lo que supondrá la revalorización en este ámbito. En el caso de un pensionista de 65 o más años que tuviera un cónyuge a su cargo, la pensión mínima está ahora en 851 euros y en 2022 subirá a 890,5, un 4,6% más.
Pensiones no contributivas
Hay otro colectivo de pensionistas (mucho más pequeño) que, además del efecto de la ‘paguilla’, verá subir en 2022 lo que reciben también un 3% , según los Presupuestos del Estado. Son los beneficiarios de las no contributivas (prestaciones que se dan para la subsistencia a quienes no han cotizado nunca o no lo han hecho el tiempo suficiente para llegar al nivel contributivo). En nuestra provincia, a fecha de octubre, se contabilizan 8.501 prestaciones no contributivas . Suponen un ingreso medio de 421,7 euros mensuales -en 2021, subieron un 1,8%-.
La mejoría de lo que perciben los pensionistas tiene especial importancia en Córdoba , porque está siempre en el furgón de cola nacional en lo que se recibe por las distintas prestaciones de este tipo. Volviendo a las contributivas, en el caso de los jubilados , ingresan los citados 985,5 euros al mes. Córdoba es la sexta provincia del país donde menos cobran . Esa cantidad palidece ante las medias nacional (1.194,9) y andaluza (1.078,2).
Una persona de 65 años o más con un cónyuge a su cargo pasará de una pensión mínima de 851 euros a otra de 890,5
La peor posición de Córdoba se da en el ranking de lo que cobran los pensionistas por incapacidad permanente . Es el cuarto territorio nacional donde menos ingresan : 854,5 euros. De nuevo, las ratios nacional (994,1) y regional (916,1) se ven lejanas.
Cuando se encuentra a la provincia en mejor puesto es en las percepciones por orfandad , pero aún así sigue en puestos traseros. Es el decimosexto territorio donde menos se ingresa por esta vía: 393,6 euros. Está de nuevo por detrás del promedio nacional (418,4 euros) y esta vez sí queda muy cerca de la ratio andaluza (395).
La voz de los expertos
Tras estas malas posiciones, están los bajos sueldos de los cordobeses , que repercuten en las cotizaciones para las prestaciones. Eso en el caso de los que logran un empleo con estabilidad, porque la debilidad económica tradicional de la provincia dificulta hallar una ocupación fija, para dar continuidad a dichas cotizaciones.
Cuando se consulta a los expertos, aparece la necesidad de adoptar medidas para la sostenibilidad del sistema, aunque ofrecen distintas recetas. El profesor del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UCO Antonio Costa afirma que la subida de las pensiones en la provincia «permitirá que las pensiones, sobre todo en territorios como Córdoba donde son de escaso importe, garanticen un mínimo de capacidad de compra ». Y la subida afecta «sobre todo a las pensiones más bajas». Recuerda que «no estamos ni actualizando la capacidad de compra de los pensionistas», en alusión a que el IPC interanual de noviembre sube un 5,6%.
Defiende que hay que «adoptar medidas» en el sistema y recalca que la Seguridad Social no debe seguir « asumiendo una enorme cantidad de gastos impropios ». Señala también como «importante fijar mecanismos de financiación a través de los Presupuestos del Estado . No se puede establecer como vía de financiación exclusiva las cotizaciones. Es del siglo pasado». Y añade que en este sentido España es una «anomalía» en la UE. Pone sobre la mesa otras posibles alternativas, como generar «ciertos impuestos especiales y excepcionales», para ayudar a mantener el sistema.
«A partir de 2035 o 2040 », sostiene, « bajarán de forma drástica los pensionistas , porque irá habiendo menos personas en esa edad». Éste, sigue, es «un problema coyuntural de la generación del ‘baby boom’. Por ello, las soluciones han de ser coyunturales».
Hasta que dicho problema se alivie, los jubilados crecerán y la población en edad de trabajar perderá peso. Ante ello, Costa reclama un mercado de trabajo que dé estabilidad y «garantizar el derecho a la conciliación », para fomentar la natalidad, y elevar a su vez la tasa de actividad . A ello suma que «siempre se han articulado flujos migratorios para compensar estas situaciones».
Córdoba es el sexto territorio de España en el que menos cobra un jubilado
Por su parte, el profesor de Macroeconomía de la Universidad Loyola Andalucía, Pedro Pablo Pérez, señala sobre el incremento de las pensiones que es un alza motivada por la «fuerte subida» del IPC , con lo que «se trata de compensar el crecimiento de los precios y tendrá poco efecto en la demanda de bienes de consumo ».
Entrando en la sostenibilidad del sistema de pensiones , advierte de que éste « requiere más cotizantes ; es decir, necesita que haya menos paro», de forma que «tengamos un mínimo de 2,5 a 3 cotizantes por pensionista». «Actualmente esto no es así», dice, aludiendo a que la media nacional es de 2,2.
Pérez añade que «se debe actuar sobre el crecimiento del volumen de las pensiones con prudencia». Apunta que actuaciones complementarias , como retrasar la percepción de la jubilación o elevar la contribución de empresas y empleados [como acaba de decidirse], son « necesarias pero no solucionan el problema a medio y largo plazo».
Entre las medidas que considera necesarias, añade que hay que apostar por rejuvenecer a la población , pero para esto «se hace muy poco». Por último, defiende que es necesario «incentivar el ahorro privado recuperable tras la jubilación ». «Recientemente, la política fiscal en esta materia ha retrocedido y los incentivos se han reducido notablemente», alerta.
Asegura que es « necesaria la combinación público-privada para encarar la necesidad de unos ingresos suficientes al llegar la jubilación ». Porque, defiende, «no es posible» que la solución para el sistema llegue «sólo endureciendo requisitos o subiendo impuestos y cotizaciones, lo que no contribuye a crear empleo, que es la clave para generar los fondos necesarios que sufraguen las prestaciones».
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