Coronavirus Córdoba
Restricciones en Córdoba | El cambio de aforo y cierre descoloca a los hosteleros sumidos en la crisis
Las continuas modificaciones, como la ampliación repentina de la actividad al cien por cien de sus terrazas, coge a los bares y restaurantes a contrapié
Nuevas restricciones de la Junta | Córdoba capital vuelve a cambiar este viernes de limitaciones

Como si no tuvieran problemas, entre ellos el riesgo cierto de cierre, la hostelería cordobesa se enfrenta a los continuos cambios de horarios de su actividad, que vuelve locos a los pequeños empresarios que sustentan los bares y los restaurantes , además de a los clientes.
En una semana y media, los locales de restauración han pasado por tres marcos normativos diferentes: hasta el 24 de octubre podían atender a sus clientes hasta la una de la madrugada, a partir de entonces hasta las diez y con una limitación del aforo interior y de sus terrazas del cincuenta por ciento, y desde ayer pueden operar hasta las diez y media de la noche con las terrazas al cien por cien de su capacidad —esta ampliación del aforo en el exterior se explica porque Córdoba capital está en el Nivel 3 de riesgo , a diferencia de Sevilla , por ejemplo, que se encuentra en el Nivel 4 y por ello tiene la capacidad de los veladores restringidos al 75 por ciento—. Los cambios en las regulaciones de su actividad genera confusión entre los dueños de los establecimientos y entre quienes los visitan.
Todos los paquetes de medidas para luchar contra la expansión del coronavirus (tanto las relativas a la capital como las referentes a toda la provincia) las ha aprobado la Junta de Andalucía ante el aumento de los casos de Covid-19 y la mayor presión sanitaria en los hospitales cordobeses.
La Tinaja: «No estábamos preparados para atender al cien por cien de la terraza. Nuestros proveedores no sirven los sábados»
El propietario del restaurante La Tinaja , situado en la Ribera y muy cerca de la plaza del Potro , vivía ayer por la mañana un episodio incómodo. «En los últimos días hemos tenido la terraza al cincuenta por ciento pero ya podemos usarla al cien por cien, y eso ha hecho que aumenten las reservas para esta noche, para las que no estábamos del todo preparados porque el aforo que manejábamos era de la mitad. Y nuestros proveedores no sirven mañana. A ver cómo lo solucionamos para atender a nuestros clientes como se merece», aseguraba Manuel Pérez , el dueño del establecimiento.

¿Arregla algo esa prórroga de media hora y la extensión de la actividad hasta las diez y media? Poco. «Ahora las reservas se hacen a las nueve o las nueve y cuarto de la noche, y para nosotros es incómodo tener que pedirles a los clientes que acaben pronto de comer. Las noches están prácticamente perdidas», lamenta el hostelero, que ha tenido que hacer un ERTE entre su personal, el segundo desde el pasado marzo.
El Becerrita: «Los clientes nos han preguntado esta mañana por qué teníamos todas las mesas montadas»
Yaiza manda en plaza tras la barra de El Becerrita , una de las más concurridas del pasaje que tiene acceso por el Bulevar del Gran Capitán . «Esta mañana han venido algunos clientes extrañados porque estaban ya acostumbrados a que sólo tuviéramos la mitad de los veladores montados, y hemos puesto todos porque la norma ha cambiado. ‘¿Pero qué ha pasado?’, preguntaban. Ni aún así remontamos. Con la barra cerrada y la gente teletrabajando, con lo que no vienen a tomar café, no hacemos caja. Y encima nos van a volver locos con los cambios de normas cada dos por tres», lamenta Yaiza .
Antonio López es el dueño de El Pimentón , en La Ribera , cerca de la Cruz del Rastro , y también está convencido de que la modificación continua del reglamento y de los horarios de la restauración es un factor negativo más al que el sector tiene que enfrentarse. «La situación está para cerrar. Las ventas han bajado un noventa por ciento. De siete trabajadores que éramos quedamos tres: he tenido que hacer un ERTE . Lo principal es el mareo con las normas que cambian de un día para otro, y luego que la gente tiene mucho miedo, no sé por qué, porque en la hostelería hay pocos contagios», indica el titular de El Pimentón .
Café Bar El Águila: «Por la noche solo se paran los cuatro vecinos que vienen a tomarse la cervecita»
Domingo, del Café Bar El Águila , en Manuel de Sandoval , tenía desde ayer permiso para colocar de nuevo las doce mesas de su terraza, pero solo puso ocho. «Es tontería montarlas todas, porque al final se quedan vacías», explica. «Nuestro problema principal es la hora de cierre, que yo creo que tendrían que retrasarlo a las once de la noche, y el toque de queda a las doce. Eso es lo suyo. Porque la clientela ha bajado muchísimo desde el toque de queda, porque hay mucho, muchísimo miedo. Y de las noches olvídate: se paran nada más que los cuatro vecinos que vienen a tomarse la cervecita».

La hora de cierre del Nebraska , en el pasaje de El Corte Inglés de Ronda de los Tejares , es desde siempre la misma que la de los grandes almacenes: las diez de la noche, «con lo que las limitaciones por el estado de alarma no nos han afectado», aduce José Luis Ramos, su encargado, que no ha notado un alza de clientes por la liberación del cien por cien del espacio exterior. Es que la gente se sienta muy poco, en gran parte porque no se puede fumar», se queja. «Y si a eso le sumas que en las oficinas de los edificios de alrededor hay mucha gente teletrabajando y ya no viene a desayunar o a tomarse el aperitivo, pues despídete», añade.
Nebraka: «En los veladores se sienta poca gente, sobre todo porque no se puede fumar»
Francisco Javier Díaz abrió Aromas de Córdoba en la calle Eduardo Lucena, paralela a Cruz Conde , el pasado diciembre. «Viví la crisis de 2008 en otro local y ésta es mucho peor. Cada vez que hay un cambio en el horario o en la regulación se nota a peor porque los clientes se desorientan y al final muchos de ellos no vienen. Como mucha gente está teletrabajando no viene a desayunar ni a comer: en marzo teníamos bastantes almuerzos, del personal de las oficinas que se quedaba a trabajar y comían aquí, pero ya ni eso. Ahora tengo un empleado solo y he llegado a tener seis».
No mucho más optimista se muestra Ramón Delgado, uno de los dos socios del bar Norte y Sur , en plaza de San Felipe . «Si ya la pandemia de por sí ha tenido unas consecuencias nefastas, con el toque de queda y la obligación de que estemos cerrados a las diez y media de la noche... prácticamente perdemos todas las cenas. A a hostelería le han dado un golpe de tumbarnos en la luna. Y a ver si nos podemos levantar,... y cuándo», se pregunta.
Noticias relacionadas
- Nuevas restricciones de la Junta | Córdoba capital vuelve a cambiar este viernes de limitaciones
- Hostecor alerta sobre las limitaciones: «Hay negocios en Córdoba a los que le quitan el 50% de la actividad»
- Nuevas restricciones de la Junta | Córdoba capital vuelve a cambiar este viernes de limitaciones
- Nuevas restricciones | ¿Por qué causas puedo salir y entrar de mi pueblo confinado en Córdoba?