VIVIENDA
Los residentes en parcelaciones de Córdoba crecen un 13 por ciento en los años de la crisis
Los diferentes asentamientos de la Sierra, con más vacío legal, copan dos tercios de los nuevos empadronados
![Los vecinos de Trassierra cortan la carretera para pedir autobuses](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2017/02/06/s/parcelistas-carretera-cordoba-kg8G--620x349@abc.jpg)
Las incesantes reclamaciones de los parcelistas para dotarse de servicios básicos (agua y luz) de una manera directa se vienen topando con dos realidades incuestionables, amén del encaje político de asumir estas exigencias. Por un lado, el número de habitantes en estos asentamientos sigue creciendo como una especie de riego por goteo. De otra parte, aumenta el vacío legal y el limbo normativo frente a las opciones de regularización o enganches -cuando no otros servicios como el autobús- que alimentan las promesas de las formaciones políticas. Con la circunstancia agravante de que no hay materialización concreta de lo que se promete a lo que se puede hacer realmente.
En este contexto ya ha despertado cierto movimiento beligerante de un grupo de parcelistas liderados por un exmilitante de IU pidiendo lo que entienden que es suyo, desencantados con lo que fuerzas como la propia IU o el PSOE llegaron a plantear en campaña.
Los últimos datos del Nomenclator del Instituto Nacional de Estadística (INE) echan más leña al fuego. Esta herramienta ayuda a seguir la evolución de la población que vive diseminada en un territorio. Es la única manera -amén de la política fiscal y censal del propio Ayuntamiento- de saber cuántas personas residen verdaderamente en las parcelaciones . Así, en los años de crisis que llevamos, entre 2008 y 2016, los residentes en estos asentamientos han crecido un 13 por ciento. En números absolutos, 3.680 personas más que están empadronadas en gran medida, en parcelaciones, además de en las conocidas como barriadas periféricas. Sin embargo, se da la circunstancia de que en estos puntos no se produce un incremento significativo de los habitantes , en contra de lo que sucede en otras zonas.
Durante estos años, la población residente en el núcleo urbano de Córdoba capital ha descendido casi en un punto porcentual. De los 296.850 censados en 2008 se ha pasado a 294.326 en 2016. El volumen de cordobeses que habitan los núcleos diseminados ha superado ya los 32.000, y siguen ganando peso. Todo un reto para cualquier administración que se precie a la hora de atender las demandas de unos «vecinos» alejados de la trama urbana y en uno de los términos municipales más grandes de Andalucía, como sucede con Córdoba (segundo tras Jerez de la Frontera).
La Sierra se ha convertido en El Dorado de esta migración interior. De esos 3.680 nuevos habitantes, según el Nomenclator del INE, dos tercios, alrededor de dos millares de personas, viven en los diferentes núcleos que se reparten de este a oeste. El punto conocido como Nuestra Señora de Linares se lleva la palma con casi 1.500 nuevos residentes. Especial incidencia tiene Doña Manuela , una histórica parcelación que el PGOU vigente ya contemplaba como suelo urbanizable programado. El desarrollo de nuevos sectores como Carrera del Caballo , además, compactan esta zona de piedemonte, donde se ha formado un importante segmento de población. En Santa María de Trassierra , La Caballera , Campo Alegre o El Salado se producen avances más matizados. Ocurre igual con Las Ermitas y su entorno de El Negrete o El Jardinito . O también el caso de Las Jaras. Hay que recordar que sigue sin aprobarse de forma definitiva el Plan Especial de Protección de la Sierra de Córdoba , encargado allá por el año 2003 y que ninguna formación política ha sido capaz de rematar.
En la Vega, donde más voces y más beligerantes se muestran sobre la autorización de servicios a parcelas , este crecimiento demográfico es menor, pero no pierde fuelle. Casi un millar de personas se han ido a vivir a los diferentes núcleos y parcelaciones. Destaca la zona de la Alameda del Obispo y sus 225 nuevos residentes, el círculo de acción de Majaneque (+141) y la zona de influencia de Villarrubia , con 425 nuevos habitantes, especialmente en puntos diseminados a su alrededor. Cabe pararse aquí en el caso de Medina Azahara y su entorno protegido . Desde 2008 hasta hoy, los empadronados han crecido un 11,3%, con especial incidencia en La Gorgoja . El yacimiento y su perímetro protegido se enfrentan este año a la visita de los consultores de la Unesco en el proceso de declaración de Patrimonio de la Humanidad del conjunto arqueológico.
Finalmente, en la parte de Levante , con menos densidad parcelaria que en el resto del término, destaca la zona de Las Quemadas, con 382 personas más viviendo en la zona. Montón de la Tierra, una histórica parcela de los tiempos duros de la Policía Local y Urbanismo, es su estilete. A él se suma el radio de acción de Alcolea (+432 habitantes). Sobresalen El Sol y Encinares de Alcolea (suelo programado en el PGOU), pero también Ribera Baja y Porrillas .