Sociedad

La residencia Divino Maestro de Baena lanza un SOS por el déficit económico que la aboca al cierre

La congregación realizó una inversión de 1,6 millones para poder concertar plazas con la Junta, que diez años despúes aún no han llegado

Fachada de la residencia Divino Maestro, en Baena M. B.

Marta Baena Sanz

Hace poco menos de un mes la Congregación de las Hermanitas de Ancianos Desamparados anunció su marcha de Baena y de la residencia de San Francisco que llevan regentando desde hace más de un siglo. Ahora, apenas unas semanas más tarde, la orden que lleva la residencia de Divino Maestro también hace público un comunicado por la situación económica que están padeciendo. Las Hermanitas de la Caridad de San Vicente de Paúl son las que se ocupan de los ancianos residentes en el Divino Maestro, sin embargo, se han visto obligados a dar la voz de auxilio tras llevar tiempo acumulando un déficit económico que tiene que cubrir la orden con sus propios fondos.

Esta llamada viene a raíz de los los 20.000 euros de déficit que registran mensualmente desde que en 2009 acometieran una obra de 1,6 millones para habilitar la casa a la nueva normativa asistencial para conseguir la acreditación definitiva. Según informan en el comunicado, la Junta de Andalucía les comentó que era una «acción necesaria», pero a cambio se les facilitaría el concierto de plazas para que la residencia fuera viable.

Así lo acordaron tras las conversaciones que tuvieron con los Servicios Sociales, la delegada provincial y el equipo de gobierno municipal de ese momento. Sin embargo, asumen el fallo de que fuera un «pacto verbal» y de que una década después las «palabras se has haya llevado el viento». Porque efectivamente, la Congregación realizó la inversión de la obra con sus propios fondos , pero no recibieron las plazas acordadas.

Desde entonces, han continuado las conversaciones con los sucesivos alcaldes de Baena y con otros delegados de la Junta en Córdoba sin sacar nada en claro. Hasta hace poco que pudieron entrar en la licitación contando con 4 plazas concertadas . «No obstante, desde la Administración se nos dice que no hay recursos económicos para poder ocuparlas todas y que, con muchos problemas, solamente se pueden cubrir la mitad quedando el resto sin poder ocuparse de forma privada hasta que no sean asignadas», explica la directora, Isabel Jurado.

Falta de vocación, otra rémora

Algo que les supone un «descalabro económico importante» que no saben hasta cuándo podrán soportar ya que el déficit, hasta la fecha, lo han afrontado con recursos de la Congregación, pero no es algo que puedan mantener más tiempo porque «las comunidades van mermando por la falta de vocación actual y los recursos no son infinitos». Por eso, avisan que llegado el momento límite, y si no se toman medidas, «no tendremos más remedio que plantear dejar la casa y por tanto la residencia».

No es esa su intención, por lo que no cesan en su empeño de que los políticos locales «se impliquen y muevan todos los recursos que tengan a su alcance y acudan a donde tengan que acudir para que se ocupen esas plazas y se consiga que miren hacia Baena a la hora de licitar plazas», concluyen.

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