La residencia de ancianos de Montoro sigue sin acuerdo

«Espero llegar a un acuerdo de manera dialogada, sin descapitalizar la Fundación , ni bajar la calidad del servicio a los residentes y sin perder los derechos de los trabajadores». Estas premisas «serán nuestras líneas rojas », admitió a ABC la alcaldesa de Montoro y presidenta de la Fundación Jesús Nazareno , propietaria de la residencia de mayores montoreña, Ana María Romero . El objetivo es poner fin a trece días de inestabilidad y enfrentamientos entre la Fundación y el grupo El Yate , empresa responsable de la gestión de la residencia, desde el año 2004 y hasta 2034.

El pasado lunes, Miguel Peláez , de 64 años, presidente de la Sociedad Cooperativa Andaluza El Yate, hizo saltar la polémica iniciando una huelga de hambre «como protesta al bloqueo en la gestión de la residencia por parte de la Fundación». Según Peláez, «en septiembre de 2015, la presidenta de la Fundación dejó de abonar las facturas relativas a la alimentación de los ancianos, alegando su oposición a la introducción de menús ecológicos , provocando una deuda de cientos de miles de euros para Grupo El Yate». En este sentido, Patrocinio Wals , directora general de Centros de Grupo El Yate, aseguró que « no tenemos total certeza de si el cuidado a los mayores es conforme a nuestros estándares de calidad».

El 17 de junio, presentó en el Juzgado de Primera Instancia de Montoro una solicitud para adoptar « medidas cautelares como la administración judicial de la residencia, para garantizar una óptima gestión del centro». El pasado miércoles, al enfrentamiento se sumaron los trabajadores de otras residencias: La Carlota, Córdoba y Alcolea , también gestionadas por el Grupo El Yate, que se concentraron pacíficamente ante las puertas de la Diputación de Córdoba exigiendo «la devolución de la gestión de la residencia de Montoro». Esta acción, tuvo respuesta por parte de los trabajadores del centro montoreño, que son contratados por la propia Fundación Jesús Nazareno. Cargaron contra Peláez y le encominaron a que «deje de utilizarnos para sus fines económicos ».

El presidente del Yate puso fin a la huelga de hambre para comunicar su intención de «poner todos los recursos a nuestro alcance para seguir garantizando la calidad de los servicios prestados a las personas mayores a nuestro cuidado». Pese al conflicto, Romero indicó que «en ningún momento ha descendido la calidad del servicio a los mayores ». Señaló su «intención de reanudar las conversaciones para llegar a un buen entendimiento que zanje definitivamente este conflicto».