DEPENDE...
Recuperar. Indebidamente.
La Mezquita es de la Iglesia: pueden los Sánchez, Calvo y compañía seguir engañando

Entre las medidas pactadas en Córdoba por PSOE e IU en 2015 con el objetivo de echar a Nieto figuraba la siguiente: «40. Reclamación de la titularidad pública de la Mezquita-Catedral y de todos aquellos bienes de uso público usurpados ». Cuatro años ... en el gobierno y, claro, nada se reclamó. En el discurso de investidura de Sánchez no faltaron las esperadas soflamas anticlericales , esta vez en forma de amenaza contra la educación concertada y la promesa de recuperar lo indebidamente inmatriculado. ¿Supone una alusión implícita a la Mezquita-Catedral? Nada más lejos de la realidad. El presidente escogió hábilmente las palabras recuperar e indebidamente. Recuperar significa recobrar, restituir una cosa a un estado previo. Indebidamente implica una actuación contraria al procedimiento legalmente establecido. R ecuperar lo indebidamente inmatriculado , pues, significa recobrar lo que era propio y que accedió al Registro al margen de la ley. Quizá esté hablando de alguna casa rectoral en Navarra, pero en ningún caso a la Mezquita: nada que recuperar y nada indebidamente inmatriculado.
La célebre inmatriculación se produjo en 2006, siendo alcaldesa Rosa Aguilar, presidente de la Junta Chaves y con Zapatero al frente de un gobierno del que era ministra de Cultura quien el domingo reía y aplaudía las gracias de ERC y Bildu sentada a la izquierda del señor Sánchez: no parece que fuese fruto de un contubernio de la derecha. Con seguridad el presidente conoce que desde finales de 2003 existe una ley en España que expresamente obliga a las Administraciones Públicas a conservar y a defender su patrimonio y a procurar la inscripción de sus bienes en el Registro, lo que supone que transcurrieron tres años sin que Administración alguna, todas gobernadas por socialistas, promoviese la inscripción de este bien.
Apropiarse de algo ajeno es un hecho delictivo , las autoridades públicas tienen obligación de perseguir aquellos que conozcan y se tipifica como delito no hacerlo. Han transcurrido catorce años desde la inmatriculación sin que nadie haya osado perseguirla como apropiación de lo ajeno. Es evidente que o no hay tal delito o que quienes ejerciendo cargo público afirman que la inmatriculación se ha practicado de modo indebido, están cometiendo un flagrante ilícito penal, al consentir y no perseguir la indebida apropiación de un bien de extraordinario valor. Sánchez puede ser un mentiroso pero inteligencia no le falta, por lo que es imposible creer que, pese a su sintonía con filoterroristas y sediciosos, ampare a dirigentes y nombre ministros a incumplidores y delincuentes o que reconozca que él mismo lo es al haber permanecido impasible año y medio ante tales hechos.
Una vez más amaga y abusa de la paciencia de sus votantes . Lo prometido por Sánchez no es una concesión graciosa ni una decisión política sino una ineludible obligación legal: recuperar todo lo público que indebidamente esté inscrito a favor de la Iglesia, del Betis o la Peña Manolete. Pero la Mezquita-Catedral es de la Iglesia y así seguirá siendo : pueden los Sánchez, Calvo y compañía engañar de nuevo a sus electores y estos, dejarse engañar. La realidad es la que es.
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