ANUARIO DE ECONOMÍA

Recuperación «versus» recesión en Córdoba: un triunfo agridulce

Si la mejora en el último lustro es innegable, en los datos clave no se logra alcanzar el nivel previo a la crisis

Fábrica de Mahou de Córdoba ÁLVARO CARMONA

Baltasar López

La recuperación económica le ha dado oxígeno a la provincia de Córdoba después de que la crisis la mandara a la lona. Una relevante prueba de ello es el mercado laboral. De los últimos cuatro años, según la EPA (Encuesta de Población Activa ) del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo en uno hubo subida de desempleados y se camina en 2018 a otra caída. Lo malo es que ese periodo no ha servido para curarnos del todo de la tunda que nos dio la recesión. En 2007, momento previo a su estallido, hubo una media anual de 48.800 parados. Se catapultaron hasta 133.500 en 2013 (+174%). En 2014, se inició una senda de retroceso y el ejercicio pasado se saldó con 106.100, un 20,5% menos que cuatro años antes. Eso significa que hay aún 57.300 más (+117,4%) que antes de desatarse la gran crisis.

En España, hay aún un 112,2% más de personas sin trabajo que en 2007 —cinco puntos menos que en la provincia—. Si se salta al paro registrado, que son los inscritos en las oficinas del SAE —sus cifras nunca encajan con la Encuesta de Población Activa, que es un estudio del INE—, se ve más terreno recuperado. A 31 de diciembre de 2017, había 70.798 desempleados, un 42% más que en 2007. De vuelta a la EPA, con ella se aprecia lo grave que es para Córdoba no haber tenido éxito total sobre la recesión.

El lastre de la economía débil

Porque, antes de que irrumpiera en escena, a la provincia, lastrada por su débil economía, aún le quedaba mucho combate que librar contra esta lacra. La tasa de paro en la provincia en 2007 fue del 13,8%, de media anual: casi 14 de cada cien personas que querían trabajar no hallaban ocupación. Esa ratio en España era del 8,2%.

En 2017, este indicador en Córdoba se ha disparado a un 28,2%, tras alcanzar el 35,1% en 2013. En el país, sin embargo, es del 17,2%. A los datos del desempleo hay que añadirles factor corrector. No todos los que salen de las listas del paro lo hacen por hallar trabajo. También los hay que las abandonan al tirar la toalla, volver a estudiar o por hacer las maletas buscando tierras más prósperas.

Personas en la cola del paro en Córdoba ARCHIVO

Por ello, adquiere especial importancia el análisis de los ocupados. De acuerdo a la EPA, en este parámetro, la crisis ya se bajó del ring, pero sus golpes aún duelen al mercado laboral, aunque cada vez menos. Van cuatro años seguidos de alza —y se camina hacia el quinto—. Tras tocar fondo en 2013 (246.300 personas con trabajo de media anual), se pasó en 2017 a 270.400: 9,8% más.

Pero eso no basta para dar la vuelta a la tortilla. Los ocupados del pasado año son aún un 11,3% menos que los 304.900 registrados poco antes de que empezara a desmoronarse la economía. En España, la brecha es menor: la cifra de personas con trabajo se quedó el pasado ejercicio un 8,5% por debajo de la de una década antes.

Menos PIB per cápita

Los termómetros del mercado laboral encajan con las distintas temperaturas del tejido empresarial de la provincia en el último decenio. Hay mejoría de 2014 a 2017, pero no suficiente como para lograr los niveles previos a la gran recesión. A 31 de diciembre de 2007, según el INE, había 50.057 negocios. El crack los dejó seis años después en casi 4.800 menos.

A partir de ahí, comenzó un rebote y se cerró el pasado año con 47.209. El aumento desde el último día de 2013 no es espectacular: 4,3%. En el Estado, se va al 7%.

Tras estudiar dos pilares de la economía, llega el momento de analizarla globalmente. El INE indica que en 2015 [último dato que ofrece] el PIB (valor monetario de la producción de bienes y servicios de un territorio y un indicador de su riqueza) de la provincia aún se quedaba detrás del de 2007 —en España estaba empatado—. Este órgano oficial y el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), ofreciendo datos distintos, coinciden en pintar Córdoba como un territorio que ya dejó atrás el ciclo negativo de caídas de su PIB y que en los últimos años encadena subidas, pero no son brillantes.

Planta de fabricación de almendras de Dafisa en La Carlota RAFAEL CARMONA

El IEA da una serie temporal mayor, con el obstáculo de no ofrecer guarismos de España. Detecta crecimiento del PIB desde 2014 —no desde 2013, como sí aprecia el INE—, pero sólo ese año lo elevó por encima del alza andaluza. Para más inri, fue la provincia de la comunidad con menor aumento en 2015 (2,2% frente al 4,4% autonómico) y 2016 (1,4% por 2,9%). Y estima que el año pasado ocupó la penúltima plaza: incremento del PIB del 4%, seis décimas menos que el regional.

Analistas Económicos ( Unicaja ) esboza un escenario idéntico de comportamiento de Córdoba en 2016 y 2017 al del ente estadístico autonómico. Y avanza sus cálculos para 2018. Prevé que la economía provincial crezca un 1,8% y sería el territorio de la región donde la reactivación tendría menor pegada. La comunidad se iría al 2,5%. Córdoba se quedaría, además, por debajo del aumento de España (2,7%). En sus análisis de 2016 y 2017, calculó igualmente que la economía aquí avanzó menos que en la nación.

Un indicador más constata que la mejoría a la provincia no le da ni para regresar al escenario precrisis, época en la que ya iba en la parte de atrás de la economía estatal.

En 2015, según el INE, el PIB per cápita en Córdoba fue de 16.768 euros, un 28% menos que el nacional (23.271). En 2007, era mayor (17.445) pero estaba del mismo modo a distancia sideral del estatal (23.893)

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