Economía
La recuperación del turismo en Córdoba, pendiente de la vuelta de los viajeros internacionales
Los agentes económicos ven el último trimestre con «esperanza» tras los primeros indicios de reflote
Los profesores esperan un horizonte más largo, hasta 2022, y advierten de la crisis económica y de la inflación
El termómetro ha dejado en los últimos días la senda de los 35 grados, las noches son frescas, los niños están a punto de volver al colegio y el otoño , aunque tardará en ser fresco, ya está en el horizonte.
Para muchos es el comienzo de un nuevo curso, y para el sector fundamental de la economía cordobesa, dañado por los efectos de las medidas para contener el coronavirus . Es el turismo. Por eso ABC ha preguntado a varias fuentes si es el momento de que comience la recuperación definitiva del turismo y las opiniones son de que debe ser, pero tendrán que cumplirse varias condiciones.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Félix Serrano , tiene esperanzas en que el comienzo del otoño «sea más positivo después de 16 meses en esta situación», que comenzaron con el primer estado de alarma y el confinamiento y siguieron por muchos periodos de cierre perimetral.
La situación puede ser esperanzadora, pero todo dependerá, y en esto insisten muchos de los que toman la voz, de que se pueda recuperar el turismo internacional , que en los últimos meses ha sido escaso o inexistente. Así lo confirmó el responsable hotelero, que aseguró que supone la mitad o algo más de lo que llega a Córdoba en condiciones normales.
Las restricciones y recomendaciones sobre los viajes a España han marcado los últimos meses y han restringido mucho la presencia de personas de otros países, aunque en agosto, que ha marcado la senda de cierta recuperación pese al calor, sí se han visto personas de Francia , Italia y países árabes, según aseguraron los hoteles.
Otro punto importante son los turoperadores , que organizan rutas en las que se incluye a Córdoba. Es un sector que ha permanecido muy lastrado por la crisis del Covid en los últimos meses, y eso ha provocado que el turismo haya sido menor, ya que quienes han llegado ha sido de forma individual , en grupos familiares o algo más amplios.
No se han visto los autocares que generalmente se detenían en la Ribera, porque Córdoba forma parte de un circuito que está en un triángulo junto a Sevilla y Granada y de ese recorrido viene una parte importante de sus visitantes. Ahí está la clave también del déficit de pernoctaciones .
Agosto ha representado un cierto repunte del turismo, a pesar de que el calor ha sido particularmente intenso en la mitad del mes, cuando lo normal es que julio sea el momento con temperaturas más altas. Ha podido ser un balón de oxígeno , apunta, pero no tanto como se pueda pensar. La situación sigue sin ser buena y muchos hoteles continúan sin poder abrir sus puertas.
La incertidumbre es el gran enemigo para Hostecor. «Es a lo que más le tememos», dice Francisco de la Torres , su presidente, que insiste en que los profesionales están preparados para ofrecer destinos seguros y se lamenta de que la desecalada planteada por la Junta de Andalucía no haya sido tan rápida como se había planteado en principio por el ascenso de la quinta ola y pide que las restricciones empiecen a aliviarse.
Agosto ha ofrecido cifras que, sin ser espectaculares, sí que invitan a una cierta mirada de esperanza
Los deseos y perspectivas de los empresarios son unos y lo que opinan los estudiosos va en la línea de que la recuperación no va a ser tan rápida. Manuel Rivera , profesor de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Córdoba y director del C entro de Análisis y Prospectiva del Turismo (CAPT), es concluyente: « Difícilmente en lo queda de año se va a alcanzar la recuperación y volver a las buenas cifras turísticas del año 2019, de manera que habrá que esperar a medio plazo, dependiendo de la evolución y los controles de la pandemia, que todavía resultan un tanto inciertos».
Los factores en torno al Covid, como la inmunidad o la extensión de la vacunación efectiva , determinarán lo que pueda suceder. El turismo internacional seguirá pendiente, reconoce, pero queda el nacional, y es de esperar que tenga una pequeña contracción , sobre todo debido al momento del año en que llega.
Para empezar, la gente ha viajado en los últimos meses, en verano, cuando se han levantado algunas de las mayores restricciones para contener la pandemia, y se han unido dos hechos: «Que las familias tenían más ahorro de los meses anteriores y el fuerte deseo de poder viajar y de disfrutar de unas vacaciones».
Ahora va a pasar lo contrario, sobre todo porque pueden venir curvas económicas que provoquen que los viajeros potenciales tengan menos dinero o que deban quedarase en casa, y eso por tres factores, que son e l brote inflacionista que puede ir a más, lo que hará subir bastante los precios, el final de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y «el cierre definitivo de empresas no viables».
Los expertos temen menor disponibilidad económica en el último trimestre y menos gasto turístico
Que el coronavirus pueda estar en fase de control no significa que la economía se vaya a recuperar de una forma demasiado sencilla, como destaca el profesor. La proyección que ofrece Manuel Rivera no es positiva, aunque el sector insiste en prepararse al menos para un momento en que puede haber cierto resurgir.
El presidente de la asociación Córdoba Apetece, Alberto Rosales , reconoce que Córdoba llega de una situación que no es tan dura como lo había sido en los meses anteriores, con las restricciones al movimiento. «No ha sido mal mes, ni mal verano», dice.
La hostelería espera el otoño «con esperanza», tras lo que ha pasado en los últimos meses. Con los peores momentos de la enfermedad ya pasados, todo tendrá que fiarse, admite Alberto Rosales, a la situación económica, a la disponibilidad de los ciudadanos que son los que tienen que viajar, y que se tienen que enfrentar a las consecuencias de la situación.
Otro termómetro para medir la situación del turismo es el de los guías , que llevan a muchos de los grupos para conocer los monumentos y las calles de la ciudad. Así lo confirma uno de los guías, Miguel Arroyo , quien confiesa que el octavo mes del año, a pesar del calor, ya empieza a ser casi de temporada alta, y este año se ha notado mucho la actividad. Las empresas que proporcionan estos servicios van teniendo reservas para el comienzo del otoño y esperan que la actividad se recupere.
Sucede lo mismo en la Mezquita-Catedral , el principal polo de atracción de los visitantes en Córdoba. Fuentes del Cabildo, el órgano propietario y gestor del monumento, aseguraron que espegan un despegue que vaya en línea con lo que ha sucedido en agosto , en que hubo bastante días por encima de los 3.000 visitantes .
Todavía está lejos de lo que sucedía antes, pero la línea ascendente, concluyeron las mismas fuentes, invita a pensar en que será un otoño en que los visitantes regresarán a Córdoba, aunque todo estará pendiente del turismo internacional.
El profesor de la Universidad de Córdoba Ricardo Hernández cree que, aunque las perspectivas son mucho más positivas que en 2020, todavía estarán lejos de 2019. «Tendremos que esperar al año 2022 como ansiado año del despegue turístico en Córdoba», afirma, y argumenta con datos: «En el último trimestre de 2019 llegaron 294,000 turistas, de los cuales 179.000, con un peso aproximado del 60%, eran nacionales. En 2020 pasaron a unos exiguos 61.493 de los cuales sólo 8.428 fueron internacionales».
Este año también se pierde bastante y, para el profesor, el dato más desalentador es que los turistas internacionales todavía no se han recuperado y que los nacionales, aunque hayan crecido, todavía no se acercan a 2019 , al momento anterior al estallido de la crisis sanitaria y económica.
Y los nacionales se comportan mejor, pero tampoco demasiado. La tendencia de la llegada de viajeros españoles es significativa, el 85 por ciento, pero «con tendencia muy a la baja con respecto a lo que sucedía en 2019». «Por tanto, ese dato positivo de turista nacional para este trimestre se convierte en preocupación, porque significa que otros destinos consiguen atraer a esos visitantes nacionales que teníamos en el año 2019», insiste.
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