PRETÉRITO IMPERFECTO
La receta Aguirre
En Andalucía el cambio de sexo es gratis y con ayuda psicológica, pero abortar es frío, expeditivio y sin segunda oportunidad

El consejero de Salud, Jesús Aguirre , habla claro, no ha llegado a la Junta de Andalucía para hacer méritos, a punto de jubilarse que estaba, y no es políticamente correcto. Es un médico de cabecera , lo que toda la vida ha ... sido más que un confesor, un amigo, un vecino, un pariente o un padre de familia al que hemos hecho más caso que a nosotros mismos. Sin ambages. Todas esas virtudes o defectos, como quieran verlo ahora la opinión pública, la izquierda cainita y sus compañeros de gobierno o del partido, se sabían antes de que se le ofreciera una de las carteras -sino la que más- con más enjundia y complejidad de las que cuelgan de Hércules y sus fieros acompañantes heráldicos. Dos ruedas de prensa más en los primeros compases del « Gobierno del cambio » y lo hacen además consejero-portavoz, ante el vértigo que más de uno y más de una atesoraban en los primeros capítulos de la llegada a San Telmo. Entonces resultaba gracioso, pintoresco... y ahora, «va por libre».
No es un consejero tipo de la Escuela Pública Andaluza de Granada, donde el PSOE ha venido formando todas estas décadas con dinero de todos los andaluces y como tubos de ensayo a su ejército clónico de gerentes y directores médicos en hospitales, unidades clínicas de gestión, centros de salud o delegaciones provinciales con su correspondiente sesgo ideológico. Guapos y guapas, todos ellos y ellas. Formados a dedo, designados a dedo y tumbados en un número significativo de fallos judiciales. Un sistema público sanitario tomado por el márketing político y con más luces que sombras a poco que hemos traspasado la epidermis de las formas y los presupuestos melifluos. Los discursos con calco y las batas blancas impolutas. Somos la avanzadilla en donación de órganos , pero había más de medio millón de andaluces en la trastienda escondidos en las listas de espera para hacerse una biopsia , un TAC u operarse de cataratas o hernias. Tenemos a los mejores profesionales, probablemente, de este país pero les pagamos por debajo de lo que un asesor de los «nuestros» sin estudios se metía en el bolsillo al lado del virrey de turno. Contamos con la red de atención primaria y hospitalaria más completa de las que existen en el resto de España, pero proyectábamos los centros en dos folios y los prometíamos a largo plazo, cuando no los partíamos en dos dentro de una misma ciudad. Qué tremenda y sangrante paradoja que cualquier joven andaluz que quiera estudiar Medicina o Enfermería , se tope con las notas más exigentes para entrar en los grados correspondientes y sepa que, con mucha probabilidad, seis u ocho años después el destino que le espera puede ser otra comunidad autónoma o cualquier otro país de la UE. Éxodo de talento con ticket andaluz.
A Jesús Aguirre le ha caído una tormenta de críticas por esta frase, más o menos afortunada, sobre el aborto: «Lo fácil es llegar y chupetón» . Dentro de su locuacidad , entresacar la frase del contexto y el fondo es la forma de cuestionar la preparación o idoneidad de este veterano médico y político cordobés para desempeñar el puesto. Porque a nadie le ha dado por entrar en el fondo real de lo que estaba diciendo. La ausencia de una información y una reflexión hacia la mujer que se enfrenta en soledad a la terrible decisión de abortar. Porque en Andalucía el cambio de sexo es gratuito y conlleva un protocolo de asesoramiento y ayuda psicológica. Pero abortar es frío, expeditivio y huye de una segunda oportunidad a la vida de la propia madre y el ser que lleva en sus entrañas. Y eso es lo que ha venido a decir Aguirre, a su modo, como cuando el médico de cabecera tenía que explicarle a muchas personas su dolencia, su sufrimiento o cómo serían los últimos días en este mundo.
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