Las rebajas se reinventan en Córdoba por la climatología inusual

LAS temperaturas primaverales, incluso frescas hasta mediados de junio en Córdoba, han echado por tierra las expectativas de los comerciantes con el inicio de la campaña de verano. Ahora sólo queda esperar que las rebajas remonten esta caída en picado de ventas. Prácticamente hasta finales de mayo, y sólo porque era la Feria, han comenzado las ventas. «No se ha vendido ni una sandalia antes», admitía la responsable de Ruval, una tienda próxima a San Miguel. Los establecimientos de bañadores o ropa interior como Woman Secret son tajantes al señalar que las ventas han caído en torno a un 10 por ciento esta campaña, respecto a la de 2017. «Las rebajas han empezado antes, en torno al 14 de junio, y ahora con más fuerza, con las segundas rebajas esperamos que remonte la situación, llegamos ya hasta el 70 por ciento: de todas formas es difícil vender lo que ya no se ha vendido por el frío», reconoce esta responsable de ventas después de muchos años al frente de esta tienda de lencería y baño de la calle Gondomar.

Las rebajas arrancaron el pasado domingo día 1 de julio en la mayoría de los establecimientos, pero no fue un buen domingo de ventas. Al partido de Rusia-España a las 16.00 horas se le sumaba que Endesa había anunciado que cortaría la luz durante toda la mañana, prácticamente hasta las 13.45 horas. Numerosos establecimiento de la calle Cruz Conde como El Ganso, Parfois, Dolores Promesas o Miguel Peris estuvieron sin luz eléctrica, o lo que es lo mismo, cerrados por obligación.

Lo cuenta el responsable de El Ganso, quien asegura que «Endesa no tuvo en cuenta que era el primer día de las rebajas el domingo, el 1 de julio, para arreglar un transformador». Prácticamente, el arranque fuerte de la temporada de este año ha sido con la «Shopping Night», comenta desde Benneton en el Bulevar Gran Capitán la responsable Carmen Luque.

«Las rebajas las adelantamos al 22 de junio prácticamente, ahora estamos en las segundas rebajas en Benneton», admite Luque. «El domingo ya nos avisó Endesa de que habría corte de luz y decidimos no abrir. De hecho, los festivos y los domingos en esta ciudad siguen sin calar; apenas hay público y en la mayoría de las ocasiones no se hace caja como para pagar a tres trabajadores ese día», explica.

En Springfield, orientadas a los jóvenes, al mediodía de este pasado martes sí se hacía cola para comprar pantalones y camisas hawaianas pero una de sus responsables reconocía que en este centro de la calle Cruz Conde las pérdidas respecto a la campaña del pasado verano eran de hasta un 60 por ciento, algo que no ocurría en otros establecimientos de la firma, como el del centro comercial La Sierra, donde se había notado la caída pero no de este modo tan acentuado.