Cultura
La Real Academia de Córdoba, ante nuevos retos con más de 220 años de historia
Su presidente, José Cosano, al cumplir cinco años de su llegada al cargo, repasa la actualidad de un colectivo histórico que sigue a la espera de volver a su sede
La Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras de Córdoba camina ya hacia su 215 aniversario, que celebrará en 2025. Antes, el próximo año, se cumplirá el 200 aniversario de su ‘Boletín’, una publicación que ha sido clave en el estudio de Córdoba y en la divulgación de su pasado. Todo eso da cuenta de la larguísima historia de esta institución, que mantiene su aroma ilustrado pero que en los últimos años está viviendo una importante modernización.
Al frente de este proceso de actualización está su presidente, el profesor José Cosano Moyano , que ha cumplido este año un lustro al frente de la Real Academia, desde que llegase al cargo en 2016. Con él ha charlado ABC para conocer los cambios que se han impulsado y los retos que quedan pendientes.
Sobresale siempre en este tema la necesidad de que Real Academia tiene de recuperar su sede y abandonar la amarga itinerancia en la que vive desde que a inicios del siglo XXI tuvo que dejar su sede en Ambrosio de Morales por el mal estado que presentaba el edificio. Hoy sigue cerrado su portalón con un grueso y tosco candado.
Sobre este particular, explica Cosano Moyano que el actual equipo de gobierno «ha entendido que debe intervenir en el edificio », que es de propiedad municipal. El asunto está ahora en la Gerencia de Urbanismo , y el director confía en que pronto se puede conocer el proyecto arquitectónico de reforma, que supondrá la recuperación de un inmueble histórico.
Cosano considera que esta intervención es clave para conformar «un nuevo eje cultural» sobre edificios históricos de esa zona como son la propia sede de la Academia, el Museo Arqueológico, la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores o el Teatro Cómico de la Junta de Andalucía.
El que fuera delegado de Educación explica que ese esfuerzo inversor del Ayuntamiento tendrá que ir acompañado de un esfuerzo de la propia Academia, que es propietaria de una casa anexa que también deberá reformarse. Para ello se ha creado la Fundación Pro Real Academia , un instrumento jurídico que, según explica Cosano, les permite « gestionar donaciones y pedir por ejemplo créditos bancarios», algo que antes no podían hacer. El deseo de los académicos es que la nueva sede permita al fin la reunión de su patrimonio o la creación de una sala de exposiciones, con lo que pondrá fin a un largo periodo de provisionalidad.
Precisamente ha sido eso, el patrimonio de la Academia, una de las grandes preocupaciones en estos años. Cosano garantiza que está todo protegido y repartido en instituciones como la Junta, la Universidad o el Ayuntamiento. «Nuestra biblioteca, con 100.000 ejemplares , se puede consultar en la UCO, en Rabanales, y está accesible para préstamo y para consultas in situ», explica Cosano.
El director también recuerda los acuerdos que se han alcanzado con la Fundación Cajasur o la Fundación Cajasol para la realización de exposiciones y actividades, o con la Universidad y el Círculo de la Amistad para que alberguen las reuniones y diversas propuestas, como la protagonizada el pasado viernes por la académica Mercedes Valverde en torno a Romero de Torres. «Todo esto ha permitido que la situación que padecemos, sin una sede fija, la pasemos al menos con la mayor dignidad posible», explica Cosano.
Cambios internos
El presidente reconoce que los últimos años han sido complicados con el covid, que se llevó por delante la vida del académico Pedro Pablo Herrera , a los 79 años de edad. «Han sido momentos dolorosos, aunque hemos mantenido nuestras reuniones de forma telemática , algo muy extraño porque a veces parece que no les estás hablando a nadie», explica Cosano. Más allá de esa situación, se han seguido emprendiendo cambios internos .
Por ejemplo, se han completado el esquema orgánico, se han iniciado un proceso de racionalización del trabajo y se ha alcanzado un acuerdo con Fundecor para contar con alumnos en prácticas, lo que permite avances en la catalogación de expedientes. Cosano explica que también se ha establecido un nuevo Reglamento de Régimen Interno, en el que se determinan con claridad las funciones y que incorpora el pago de una cuota por parte de los académicos para que la institución gane en liquidez.
La sede está ahora a en la Gerencia de Urbanismo, y el director confía en que pronto se puede conocer el proyecto de reforma
Por último, se ha propiciado una reforma de los estatutos , que, según Cosano, «necesitan adaptarse a nuestro tiempo». Esta modificación permitirá por ejemplo que los mandatos en la dirección de la Academia se limiten a un máximo de dos -ocho años- o que se posibilite la entrada de nuevos académicos, con especial interés en la inclusión de mujeres y de personas de la provincia pero «siempre de acuerdo a las condiciones necesarias de mérito , capacidad y excelencia».
Publicaciones
Por último, la Real Academia también ha emprendido en estos últimos años una reorganización de su Servicio de Publicaciones . De forma tradicional, se promovían dos publicaciones cíclicas: el Boletín y la revista dedicada a los estudios de la Córdoba califal , llamada ‘Al-Mulk’.
Junto a ello, publicaciones de libros puntuales. Ahora, según explica Cosano Moyano, todo eso se ha intentado racionalizar bajo diferentes colecciones que llevan el nombre de académicos destacados como Orti Belmonte, Ramírez de las Casas-Deza, Teodomiro Ramírez de Arellano , Antonio Jaén Morente, Rafael Castejón, Borja Pavón, Ricardo de Montis, José de la Torre, Rafael Cabanás o la catedrática de Piano María Teresa García Moreno.
Los cien mil ejemplares con que cuenta su biblioteca se pueden consultar en la Universidad y su campus de Rabanales
Cosano explica que durante la pandemia no se han detenido las publicaciones y avanza que ya se trabaja en el 200 aniversario del buque insignia del servicio de publicaciones, que no es otro que el mítico Boletín . El director de la Real Academia defiende a modo de conclusión que la institución se está renovando y se aleja de los tópicos que en torno a ella, por ser bicentenaria, puedan existir.
Cree Cosano Moyano en el futuro y en la capacidad que tendrá la nueva sede, si al fin se puede concretar, para abrir de forma definitiva la Academia y todos sus recursos a la sociedad cordobesa, que es a la que se debe desde aquel lejano 1810 en el que se fundó.
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