Rastrean los últimos contactos realizados por la mujer keniata desaparecida con su hijo en Córdoba

El Juzgado de Instrucción número 1 de Córdoba ha acordado el sobreseimiento provisional del caso de la desaparición de la madre y su hijo de cuatro años, ambos naturales de Kenia , que vivían en una casa de acogida en Córdoba, a la espera de los informes policiales cuando concluyan la investigación los agentes. Según fuentes judiciales, el juzgado ha abierto las correspondientes diligencias de investigación tras la denuncia, si bien posteriormente ha sobreseído el caso hasta que le lleguen los informes de la Guardia Civil , que se ha hecho cargo de las pesquisas.

Aunque las primeras hipótesis de la investigación apuntan a una desaparición voluntaria, la Guardia Civil y la Policía Nacional mantienen abiertas dos vías de investigación paralelas y no descartan ninguna hipótesis. El responsable de Infancia Solidaria, Ángel Parejo, mantiene la tesis de que Habiba y su hijo Muath se marcharon de la casa de acogida donde residían temporalmente en Córdoba víctimas de «un engaño» e «inducidos» por otras personas.

Según ha podido saber este medio, se investigan las visitas recibidas por madre e hijo en el Hospital Universitario Reina Sofía durante la larga convalecencia del menor -por espacio de más de tres meses en los que fue sometido a hasta tres intervenciones- entre las que podrían figurar personas de religión musulmana ajenas a su entorno de acogida, que podrían haber tenido conocimiento de su presencia en Córdoba por su exposición mediática desde su llegada para facilitar el tratamiento del menor. También se analizan las llamadas recibidas o realizadas en los días previos a la desaparición de la mujer, cuyo teléfono está apagado desde el domingo.

Parejo, responsable legal de Habiba y Muath desde que este recibió el alta médica, asegura que su entidad dispone de « indicios y datos suficientes » para sostener que en este repentino cambio de planes «han intervenido otros individuos». Toda esta información fue trasladada a la Policía Nacional cuando se cursó la denuncia correspondiente, el lunes. Reiteró que la familia de acogida se siente absolutamente «destrozada» , y justificó su tesis de una desaparición forzada o inspirada por terceros en evidencias como que dejaran atrás sus pertenencias, documentos personales y el dinero, fruto de donaciones económicas que habían recibido en este tiempo para su regreso a África.

A ello se suma que Habiba tiene marido y dos hijos más en Kenia, su desconocimiento del idioma -solo habla suajili- o la inexistencia de familiares o amigos en España, lo que la sitúa junto a su hijo en una situación de absoluta indefensión .