MÚSICA
Raphael, ante su cita en Córdoba: «Jamás dirá el público tras un concierto que siempre hago lo mismo»
La voz de «Yo soy aquel» y «Mi gran noche» vuelve a Córdoba esta noche. Confiesa que las canciones más conocidas son nuevas en cada concierto
Más de medio siglo sobre el escenario contempla a Raphael, un músico que volverá a demostrar su personalidad y su estilo inconfundibles esta noche en el Teatro de la Axerquía.
—Tiene usted una trayectoria larga y exitosa, pero en la gira dice que está «Loco por cantar». ¿No parece más una frase de un joven deseando subirse a un escenario?
—¿Verdad? Pues lo digo yo y es la pura verdad. Nuestros gustos y nuestras inclinaciones se acrecientan con el tiempo, y eso me ocurre a mí.
—¿Sigue entonces apasionado por subirse a un escenario?
—Muy apasionado.
—El público le pedirá las canciones de siempre....
—El público no hace falta que me pida nada, puesto que ya se lo doy yo. E llos quieren oír las canciones de siempre, las más antiguas, la de en medio y las de ahora, y hasta lo próximo que estoy haciendo. El público lo que quiere es oír de mí y por eso yo grabo tanto y tengo tantas canciones, y tantas de éxito: de antes, en medio y ahora.
—¿Le sigue apasionando interpretar esas canciones de siempre, como «Yo soy aquel», por ejemplo?
—Sí, sí, sí. Para mí todos los días son nuevas.
—Y de aquellas que el gran público conoce un poco menos, ¿cuál le gustaría que se conociese más?
—Creo que el público tiene un gran conocimiento de todo lo que he hecho, o estoy haciéndolo o preparándolo, porque están muy al tanto siempre de mis cosas, y me lo demuestran todos los días. Lo que pasa es que siempre en cada disco el público elige tres o cuatro canciones que son las que más se machacan, las que más le gustan y las que más cantan y tienen en el pensamiento. Las otras se quedan como un poquito adormiladas, detrás. Pero en cuanto yo refresco la memoria y empiezo a cantarlas las recuerdan perfectamente y es como si fueran las otras.
—¿Con esa personalidad tan fuerte nace uno o se va forjando?
—No, esas cosas se nace con ellas. Lo que bien es verdad es que todo se puede depurar, todo se puede mejorar y hacerlo mejor, pero hay que nacer con ello.
—Viene casi todos los años a Córdoba. ¿Cómo se hace para que cada concierto sea diferente al anterior?
—Pues poniéndole mucho interés, que sea un poquito diferente. Jamás oirá al público salir de verme a mí y decir que siempre hago lo mismo o canto lo mismo. Jamás: siempre hay algo que es diferente a todos los años anteriores. Canciones nuevas, cosas diferentes, cosas que me he inventado... La gente enseguida lo absorbe y es lo primero que dicen: «Hoy no ha hecho nada de lo del año pasado». Por eso siguen yendo a verme.
—¿En qué medida tiene que ser un poco de actor con sus canciones?
—Un poco no, tiene que ser un actor y además tiene que tener la voz para demostrarlo. Que además de ser actor y cantar. Tiene que meterse uno en el mundillo que está relatando y hacérselo creer a la gente.
—Pero además de esos dones con los que se nace, habrá tenido que trabjar mucho.
—Va trabajando por ti el tiempo. No es que te sientes a trabajarlo. El tiempo y la experiencia hacen que tengas todo ese saber hacer que a otras personas les costaría mucho trabajo y que para ti es muy fácil. Tú lo estás viviendo día a día, tú estás contando tus historias, y cada día las mejoras más . Los años, lo único bueno que tienen es que asientan las cosas y puedes ser más contundente diciendo las cosas.
—¿Qué tiene un estudio de grabación que no tenga un escenario?
—Mucho mejor todo el escenario. En los estudios de grabación hay que olvidarse de que está uno en ellos y meterse en el mejor escenario. El otro día estuve grabando en Abbey Road, en Londres, donde grabaron los Beatles, y estaba pensando en mis teatros, porque es de la única forma en que yo puedo cantar.
—¿Es la actitud del público un buen
—Total. El público te guía siempre. No te dicen nada, pero te van indicando con sus aplausos y con sus murmullos por dónde ir.