Agricultura

¿Qué empleos se buscan más en la industria del olivar?

Comercial de envasado, maestro de almazara y experto en prospección, los trabajos clave

Depósitos de una almazara ABC

Inma Lopera

La tendencia en el mercado laboral del aceite de oliva es el aumento de la demanda de perfiles profesionalizados y polivalentes en el ámbito agrario, industrial y comercializador. Así concluye el estudio elaborado por la consultoría del experto oleícola y profesor de la Universidad de Jaén Juan Vilar, realizado entre principios de septiembre de 2019 y finales de marzo de 2020.

El estudio abarca tanto a España como a Portugal , analizando una muestra representativa de más del 16% de las 2.325 almazaras , 74 plantas de procesado de alpeorujo, 28 refinerías y 425 entamadoras. Del mismo modo, Juan Vilar Consultores Estratégicos ha contemplado también todo el tejido de industrias afines que proveen el sector, tanto desde el origen hasta el destino. Es decir, desde viveros y plantadores hasta maquinaria.

Así, en lo referente a la actividad agraria, hay que distinguir entre el olivar tradicional y el intensivo o superintensivo . Las plantaciones tradicionales se caracterizan por puestos de trabajo estacionales, de duración en torno a tres meses para la recolección de la aceituna y momentos puntuales como la poda, aplicación de fitosanitarios y demás labores que se realizan en el olivar a lo largo del año.

No obstante, la intensificación de las plantaciones lleva aparejada la disminución de puestos de trabajo, al estar las tareas agrícolas mecanizadas, pero el personal empleado tiene acceso a un puesto estable a lo largo del año, eliminándose en gran parte la estacionalidad. Ello repercute positivamente en la especialización del empleado en las tareas agrícolas con dedicación plena, sin que considere dicha actividad como secundaria.

Por lo que respecta al sector industrial , también hay diferencias. Así, el estudio muestra una diferenciación en cuanto a la estacionalidad del empleo entre las almazaras que no llevan a cabo una actividad de comercialización y las que sí la realizan. No obstante, destaca que cada vez son más las almazaras que desarrollan una actividad de comercialización, en su mayoría almazaras industriales y grupos cooperativos de segundo grado, lo que supone una empleabilidad a lo largo de todo el año y con continuidad en el puesto de trabajo.

Referente al eslabón comercializador, destaca la demanda de personal cualificado para la consecución de generación de valor añadido del producto final , siendo la calidad el punto de partida para la diferenciación, haciendo que el aceite de oliva virgen extra se desmarque del calificativo «comodity». Ante la globalización económica y comercial, el sector oleícola necesita profesionales con una formación integral y dotados de recursos y estrategias que permitan a las empresas agroalimentarias competir a nivel internacional.

Los más demandados

El sector oleícola está experimentando «una transformación radical, pasando de ser un sector tradicional, caracterizado por la dependencia de mano de obra no cualificada, a uno mucho más profesionalizado, tecnificado y competitivo », declara Juan Vilar. En cuanto a la industria, cada vez es más demandado un perfil «profesionalizado y polivalente». Prima la tecnificación de los procesos productivos pues «se está produciendo la evolución de una industria dedicada exclusivamente a la transformación de la materia prima hacia una verdadera industria agroalimentaria, por lo que la calidad de los procesos y la trazabilidad son muy importantes».

La comercialización del producto demanda, asimismo, un perfil de personal «cualificado, con idiomas, formación integral , que permita posicionar el aceite de oliva en el mercado internacional llegando hasta el consumidor final», señala el experto.

Por todo ello, el ranking de los empleos más demandados en el sector oleícola a lo largo de la cadena de valor lo encabeza el puesto de comercial de venta de envasado. El objetivo de cubrir este puesto es potenciar la venta de aceite de oliva en todas sus categorías en el ámbito doméstico, hostelería, restauración, colectividades, distribución, etc. Las condiciones suelen ser de salario fijo más comisiones, con vehículo propio cubriendo gastos o de empresa. El salario bruto anual, cubriendo incentivos, suele rondar entre los 25.000 y los 55.000 euros.

Le sigue el puesto de maestro de almazara . El que lo ocupe será responsable de la planificación, tratamiento, y procesado de la aceituna, así como de la categorización de los aceites por partidas homogéneas y almacenado. La dotación económica pude oscilar entre los 20.000 y 50.000 euros brutos anuales. Un puesto que hoy en día «no es nada fácil de cubrir», ya que «es complicado encontrar maestros de almazara con la adecuada formación y experiencia, pues es el eslabón clave entre la materia prima y un producto final de calidad».

En tercer lugar estaría el puesto de responsable de prospección para la captación de aceituna , en el que se busca a personas que se encarguen de encontrar a olivareros a los que comprarle y molturarle la aceituna. Es una categoría «cada vez más demandada, especialmente para almazaras industriales, pero también para cooperativas». La formación para el desempeño de esta tarea suele ser titulación universitaria en Administración de Empresas o similar o formación profesional relacionada con compras, logística y aprovisionamientos. Su sueldo iría entre los 25.000 y 60.000 euros brutos anuales.

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