Contramiradas
Ana Ramos, editora y escritora de Córdoba: «Editar libros es un negocio suicida»
La editora y también traductora sigue en la espiral del mundo del libro porque se confiesa amante de los escritos
En una de las dos librerías del salón de su casa, hay casi 200 volúmenes. Son los títulos que ha corregido, maquetado, traducido o editado a lo largo de su ya notable trayectoria profesional. Hasta llegar hasta aquí ha tenido que sudar la gota gorda. El oficio de editora no es un balneario . Tampoco un sacerdocio. Pero casi. Fue correctora en Plurabelle , responsable editorial en Berenice y ahora codirige la colección «Letras Populares» de la prestigiosa firma Cátedra , donde ha traducido joyas inmortales como «Peter Pan» o «El mago de Oz».
Noticias relacionadas
Decidió dedicarse a la escritura en EE.UU. donde trabajó como asistente de profesora de español . Ya había ganado un accésit con «El cuento del rey bajito» y estaba metida de lleno en dos historias que poco después cristalizaron en papel.
Era muy joven y no sabía qué significaba ser escritora.
¿Y qué significa?
Un compromiso muy grande.
Y pasar hambre.
Y pasar hambre. Y mucho trabajo , mucho sacrificio y escribir, escribir y escribir. A día de hoy no creo que ese sea el camino.
¿Y cuál es el camino?
No lo sé. Es muy importante escribir pero también vivir bien. Hay muchos mitos en torno a la escritura . Fundé Berenice y aquello fue una locura. Una inmersión brutal. Teníamos un ritmo de publicaciones inmanejable. El engranaje editorial requiere que, si quieres sobrevivir, cada vez tienes que colocar más novedades en las librerías , que no tienen tiempo de abrir una caja cuando ya llega la siguiente. Es el negocio suicida que hay.
¿Y qué sentido tiene eso?
No lo sé. Es necesario repensar la edición.
¿Cabe tanto título en una librería?
No caben. Los libreros están completamente asfixiados y no pueden dedicarse a su trabajo: escoger el libro que les gusta e intentar venderlo . Están ahogados por las novedades.
¿Tiene usted buen olfato?
Leyendo las primeras páginas ya sé si el libro merece la pena ser publicado. A Berenice llegaban centenares de manuscritos y no puedes leerlos todos. En tres años se publicaron cien libros con un equipo súper reducido. Eso significa trabajar mañanas, tardes, noches, sábados y domingos. Después de Berenice era necesario un cambio de rumbo. Fue una ruptura muy grande con las ilusiones que había puesto.
Estaba fatigada.
Vamos a decirlo así. El mundo del libro es cruel . Puedes esforzarte y el resultado económico es menor de lo que esperas. No puedes vivir arruinándote todos los años.
Una editorial es una ruina.
Es una ruina y todas las editoriales lo saben. ¿Por qué lo siguen haciendo? Porque amamos los libros . Es como un sueño hecho realidad.
Ponéis el amor por encima de la vida.
Sufres y sufres y, de repente, llega el libro, abres la caja y ahí están maravillosos los ejemplares . Entonces piensas que todo vale la pena.
¿Va a seguir en esta espiral suicida?
En ese momento decidí que no iba a seguir en el mundo editorial. Pero, luego, cuando me relajé y me fui a México, pensé que quizás no era necesario dejar el mundo de la edición sino hacerlo de manera cauta. Y fue cuando empecé a colaborar con Cátedra.
No tener su propia editorial sino ser una simple empleadita.
Bueno, la única diferencia es que no tienes la tensión económica sobre tus espaldas. Pero yo codirijo una colección, elijo qué autores y qué personas van a desarrollar los prólogos, yo hago el diseño y traduzco alguno de ellos.
¿Y para eso hay que irse a México?
No. Una persona más lista hubiera encontrado la respuesta en cualquier sitio.
He leído sobre usted: maquetadora, correctora, portadista, traductora, editora. Vive en un mundo llamado libros.
Totalmente. Todo el día pienso en el libro . Y me encanta leer.
¿Todo está en los libros?
No. En absoluto. Hay que vivir y eso significa tener tu familia y tus amigos y estar en contacto con la naturaleza. Los libros son un complemento que te permite vivir más. No soy de las escritoras que piensan que la literatura está por encima de todo.
Antes está la vida.
Antes está la vida . Y tu familia, tus amigos y tu perrito.
¿Qué novela le abrió los ojos?
Si le digo que «El Quijote» pensará que soy una presumida, porque es un libro un poco arduo para una persona joven. Pero yo me enamoré de «El Quijote».
¿Por qué?
Está escrito con una riqueza literaria y el personaje principal está empeñado en llevar a las máximas consecuencias lo que cree sobre la vida y la literatura. Luego leí «Cien años de soledad» y «La casa de los espíritus» . He disfrutado mucho leyendo estas tres novelas.
Es editora en la era de la revolución digital. ¿Se ha equivocado de siglo?
En absoluto. Es un desafío muy interesante. Hasta hace poco me disgustaba el libro digital , pero he empezado a leer en «ebook».
Eso es una herejía para una editora.
No, no. La edición es la misma . Tienes que traducir el libro bien y maquetar el «ebook» correctamente. Además puedes morir aplastada por tus libros.
Esa es una muerte dulce para una editora.
No, no. Hay que vivir. Ahora puedo tener una biblioteca infinita en mi móvil.
¿El libro es una especie en peligro de extinción?
Al contrario. Cada vez hay más escritores , más editoriales, más autopublicaciones.
Hay mucho suicida.
Soy bastante optimista y creo que estamos en una revolución . Esto va a sufrir mucho y encontrará su camino.
¿Qué camino?
Me gustaría pensar que habrá un cambio con respecto a la distribución del libro , a cómo llega a los lectores, sin que implique que tengan que desaparecer los negocios que hay alrededor. Hoy día si un escritor quiere publicar su libro en su web puede hacerlo. No hay intermediarios . Los podría poner a un euro y el lector lo compararía directamente.
¿Por qué es nutritivo leer?
Te conecta contigo misma y con los demás. Se aprende y no solo de realidades objetivas sino subjetivas.
¿Hay poesía en Twitter?
Twitter, Facebook e Instagram son herramientas . Si el que la usa es un artista, encontrarás poesía.
Codirige «Letras Populares» de la prestigiosa Cátedra. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?
Pues mire: paz y tranquilidad.
¿No las tiene?
Cuando una es artista es difícil encontrarla. Somos personas con nuestras inquietudes y contradicciones.
¿Hay días en que prefiere no haber sido artista?
Muchísimos.
¿Y no puede?
No puedo. Lo he intentado. Es el compromiso que tienes contigo misma.
Ha traducido «Peter Pan» y «El mago de Oz». ¿Lloró de la emoción?
Con «Peter Pan» lloré . Primero porque es muy difícil y después porque toca unas regiones del ser humano que tienen que ver con los sueños, las pesadillas y la fantasía.
¿Qué nos enseña «Peter Pan»?
A ser seres más completos . A huir de lo que uno piensa que la vida exige para ser adulto. Y soñar, disfrutar, bajar a las zonas oscuras de tu propio ser.
¿Usted tampoco quiere ser adulta?
Sí, pero no quiero perder a mi niña interior.
En su libro «Koko», la protagonista descubre que la naturaleza casi no existe y el hombre ha perdido su conexión con los sueños. ¿Fantasía o cuestión de tiempo?
Cuestión de tiempo. Todos lo estamos viendo. Lo importante es poner remedio y el libro demuestra que se puede. Basta con poner por delante no nuestro egoísmo sino el bien del colectivo.
¿Escuecen las faltas de ortografía?
Muchísimo. Estamos perdiendo el cuidado por la escritura. He visto faltas de ortografía hasta de profesores universitarios . Y eso se cura leyendo.
¿Qué historia le gustaría contar?
Siento que estoy al principio de mi carrera como escritora . Me gustaría seguir hablando de la naturaleza y de los sueños. Y de personas que me importan: por ejemplo, mi abuelo.
Es monitora de talleres de escritura creativa. ¿Su primera lección?
Acabo de terminar un manual de escritura para Cátedra y se titula: «Escribe, escribe, escribe» . Esa es mi regla.
¿Y después?
Después sigue escribiendo .