Crónicas de Pegoland
El peaje
El que quiera que paguemos por pasar por la cuesta del Espino que vaya echando currículums
El Gobierno cuqui más centrado en la gente —y progresista, vive Dios— que conocieron los siglos ha decidido, tachán, cobrarle un peaje cada vez que conduzca por alguna de las autovías de la red estatal, ahora gratuitas. El programa fiscal de reformas comunicado a Bruselas para reducir la deuda elefantiásica del Reino de España —que es de lo que va todo esto— ha incluido la implantación de un sistema de pago por uso en las vías de alta capacidad a partir de 2024. Fecha elegida, supongo, porque las próximas generales serán lo más tardar en noviembre de 2023.
Si han calculado bien las consecuencias del asunto, significa que el Gobierno de este nuestro país considera que circular por la Autovía de Andalucía , que se hizo para los fastos de 1992 y así quedó, no puede ser de gañote. Así de primeras, recuerden que supondría pagar por pasar por la cuesta del Espino, el lugar donde se encuentra el radar que más multa de España y donde solo se puede conducir a paso de burra porque las promesas de reforma se han quedado siempre en eso: en promesas. Implicaría también tirar de Bizum por algunos tramos de esta carretera estratégica que son perfectamente equiparables a los de un país recientemente bombardeado .
El peaje lo pagarían, supongo, ricos y pobres en pie de igualdad porque, de lo contrario, sería un auténtico follón pasar por las cabinas. Un impuesto directo , como el IRPF, se calcula sobre criterios objetivos de la riqueza de cada contribuyente como sus propiedades o su salario. Uno indirecto, como el que grava las labores del tabaco, se paga por igual se vaya vestido de Armani que con unos vaqueros del Primark. De chicos nos decían que lo progresista, lo solidario y lo de izquierdas son los impuestos directos y que los indirectos son muy del gusto de la derecha porque son regresivos.
Y hete aquí que el Gobierno de las personas humanas , el que cuida de la gente, el que no deja a nadie tirado, nos viene con un impuesto encubierto que se extendería a las carreteras regionales. Lo que quiere decir que la carretera de Palma, que viene a ser una porquería, sería de pago. Y aquí es donde les vaticino, sin ser politólogo ni nada, que por menos se la montaron a Esquilache . El que quiera poner peaje así que vaya echando el currículum porque, en el cargo, no sigue.
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