Apuntes al margen
El CIS, dentro de lo normal
Si se compara el sondeo con el del Centra, existe una estimación al alza del PSOE que no desdibuja un contexto general plausible
EN contra de lo que suele ocurrir, la publicación de los datos preelectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para las próximas elecciones andaluzas ha sido recibido sin las habituales críticas a su director, José Félix Tezanos , que ha venido cosechando numerosas quejas por la sobreestimación sistemática de la izquierda y la devaluación, también sistemática, de las candituras populares. Nada de ello ha ocurrido en esta ocasión porque los números entran dentro de una categoría de normalidad, de lo que se respira en el ambiente.
El CIS tiene una especie de homólogo andaluz, el Centra , que aunque no es específicamente un instituto demoscópico sí que realiza estudios abonados por el presupuesto de la Junta. Si se comparan los estudios preelectorales emitidos desde ambos centros, resulta que casa Tezanos estima una horquilla de 47-49 al PP por los mismos escaños que el Centra. El PSOE aparece bastante mejor en el CIS, 32-36, que los 31-32 que aparecen en el informe elaborado por el antiguo equipo de Aleix Sanmartín.
Los 17-21 que el CIS estima para Vox se convierten en 21-23 en el departamento que depende de la Consejería de Presidencia. Quizá el cambio más llamativo suceda en los partidos conmenor presencia electoral. El CIS otorga a Por Andalucía casi el doble que el Central (9-10 frente a cinco escaños), le da dos a Adelante Andalucía (por uno) y mantiene en esa indefinición a Cs, de 1 a 3 en ambos casos.
Resumiendo, la encuesta gubernamental de Moncloa y su correspondiente de San Telmo difieren en detalles pero dibujan un escenario que puede ser similar. El PP vence pero no consigue acercarse a la absoluta marcada por el número 55. Difiere en el suelo electoral del PSOE andaluz. Establece una subida bastante importante de Vox que deja en el aire su rol real a partir de la investidura y retrata esa sensación marchita de la izquierda verdadera.
Como segunda derivada, en ambos casos se advierte una súbita desaparición del votante de izquierdas en Andalucía . Todos los partidos de esta franja del electorado reúnen un 35% de la intención de voto (34,4% en el caso del Centra).
Es como si en apenas tres años una parte de los andaluces hubiesen dado un viraje ideológico que no hay forma de explicar si no es de la manera más sencilla: no tener el poder desgasta aún más que tenerlo. Las políticas del equipo de Moreno de entrar en San Telmo sin liarla parda parecen haber tenido como respuesta una suerte de abandono de las tesis progresistas.
La proliferación de sondeos preelectorales -públicos y privados- tiende a generar una dialéctica extraña. Como si la campaña electoral y el propio día de las votaciones fuesen un incómodo trámite que podríamos solventar de forma confortable consultando una aplicación del móvil.
Por si sirve la experiencia de alguien que lleva vistas algunas campañas electorales, nada hay más pernicioso que llevarse por la molicie. El principal problema que tiene el PP, en estos momentos, es que una acumulación de mensajes de victoria hagan que su electorado más fiel haga el petate.
Los populares cordobeses pueden dar un máster en Sevilla de qué significa echarse a dormir y dar la campaña por ventilada antes de tiempo. Recuérdese también las autonómicas de 2012. Cuando se estaban repartiendo los despachos, una campaña de tono bajo y mucho pueblo le metió a José Antonio Griñán 47 diputados que nadie esperaba.